Hermanos musicales

Alfonso y Lucas, Lucas y Alfonso. Dos hermanos, dos vidas y una misma pasión: la música. El uno médico; el otro ingeniero de caminos. En la trayectoria de vida de estos músicos fundadores de uno de los grupos más relevantes del panorama musical español 'Los Pekenikes' hay una multiplicidad de actividades que se simultanean con sus profesiones, Lucas, piloto de rallies; Alfonso, de aviones.

Se mire por donde se mire, uno extrae un mismo denominador común, brillantez y talento a raudales . Los hermanos Sáinz rezuman clase e inteligencia como para notar algo especial cuando uno es invitado a su encantadora residencia de Perrozo, pequeña localidad del término municipal de Cabezón de Liébana. Allí, en el jardín de su casa, con el telón de fondo que les ofrece Peña Sagra, sentados en círculo con el resto de familiares, la guitarra cobra su habitual protagonismo. Nuevas composiciones o repertorios de antaño llenan la tarde de verano. La pregunta está servida, ¿qué vincula a estas dos celebridades con un bucólico rincón tan alejado de un estudio discográfico?

«Nuestra abuela paterna era lebaniega, la casa es heredada, data del siglo XVIII y nos sirve de punto de encuentro a toda la familia. En alguna ocasión hemos llegado a ser 28 personas. Procuramos venir todos los años, al menos unos días. Además, a los pequeños les encanta esto».

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El pequeño pueblo de Perrozo está de fiesta. La Iglesia cuenta con un palco pequeñito en el atrio y todo los vecinos y visitantes conocen a quienes yo busco. Dejo el lugar de algarabía y con unas pocas indicaciones me encamino hacia la parte superior del pueblo. Debo buscar una casona grande de piedra en un lugar elevado. Normalmente cuando uno busca algo en un pueblo sin indicaciones puede resultar cualquier cosa, o bien aciertas a la primera o acabas conociendo a todos sus habitantes. En este caso fue sencillo, las distancias eran cortas y los dulces acordes de una guitarra hicieron el resto.

Una vez hechas las presentaciones, sus dos simpáticos perros, que nos acompañaron, hicieron que la conversación fluyese de forma natural con estos dos hermanos tan unidos, a los que sus profesiones han separado durante tantos años. Alfonso pasó más de treinta años como médico en Estados Unidos, mientras que Lucas se afincó en Madrid. Pero Liébana siempre ha sido su referente.

Cambios

«Nos encantan los cambios que está dando la comarca, aunque lo maravilloso es que siga habiendo un equilibrio entre esta reserva natural y sus habitantes, para que ellos la sigan protegiendo como algo tan valioso para todos.», aseguran.

Tras unos minutos analizando la inmersión de la comarca en las nuevas tecnologías, Lucas saca su ordenador portátil que tiene una tarjeta con conexión a Internet y conecta con el portal web 'Liébana.net'.

«No hay más que recordar que en nuestra infancia el acceso a Perrozo era con mulos o a pie. Mi padre que era un apasionado de esta zona, trajo el primer grupo de electricidad aquí con que en lo tocante a comunicaciones, es pasmoso el cambio. Porque la difusión de esta zona es algo fundamental para sus empresarios. Y, para la formación cultural de la gente en una época en que se lee poco, Internet es básico», dicen los hermanos.

«Tenemos muchos planes y muchas maquetas grabadas, porque no podemos parar de componer, pero está todo enlatado. Ahora es muy complicado porque a través de Internet todo el mundo baja música y las casas discográficas no arriesgan tanto a la hora de editar un nuevo trabajo. La realidad es que la venta de CDs ha bajado en picado. Todavía tenemos la ilusión de que los nuevos temas que componemos salgan a la luz. Una melodía, ya sea sencilla o compleja, fundamentalmente, tiene que enganchar a la gente».