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R. Mª ECHEVARRÍA
Domingo, 27 de agosto 2006, 03:12
Comenzó a hacer fotografías en los años cuarenta, con una máquina Kodak de cajón que le habían regalado, y prácticamente ninguno de los acontecimientos importantes que ha ocurrido en Cantabria en el último medio siglo se ha escapado de su objetivo. Manuel de Cos Borbolla, vecino de Rábago, sintió, siendo aún muy joven, «la necesidad de plasmar lo que ocurría en la región, los cambios tanto sociales como geográficos que se estaban produciendo», explica, y el resultado es una colección de más de 50.000 fotografías, de temática muy diversa.
Gran parte de su trabajo, en el que se plasman los acontecimientos en la entonces provincia de Santander tras la Guerra Civil, los movimientos sociales, las huelgas y manifestaciones, se encuentran en el archivo histórico de la Biblioteca Nacional.
El resto, una inmensa colección de fotografías sobre personajes típicos de Cantabria (de las zonas rurales), paisajes de la región y su transformación a lo largo de los años, principalmente como consecuencia de la tala intensiva de árboles autóctonos, y del ganado, se encuentran amontonadas en su casa de Rábago. Para dar a conocer su trabajo, durante este mes de agosto, Manuel de Cos ha organizado, con los escasos medios de los que dispone, una sencilla exposición. La ubicación de su vivienda en Rábago, justo en el cruce de acceso a las cuevas del Soplao, ha hecho que hayan sido miles las personas que han podido ver su trabajo.
Legado
También lo conoce el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, quien en 2004, con motivo de una visita a El Soplao, se lamentó que esta colección de fotografías, algunas de ellas únicas e irrepetibles, estuviesen amontonadas en un pajar. Tras esta visita, dos técnicos del área de Cultura se desplazaron hasta su casa para hacer un informe y valorar la colección. Ha pasado el tiempo y Manuel de Cos no ha recibido respuesta alguna del Gobierno regional, a cuya disposición pone su trabajo: «No busco dinero, sino un mero reconocimiento», afirma.
Este comprometido vecino de Rábago tiene ahora 86 años y en septiembre deberá trasladarse a Madrid por motivos de salud para someterse a una operación. Tiene una oferta de la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regàs, para hacerse cargo de estas 50.000 fotografías pero, como buen cántabro y por la temática exclusivamente regional de las mismas, considera que el sitio apropiado para su legado es Cantabria.
Ecologista confeso (fue el promotor de una iniciativa popular para la plantación de árboles en Rábago hace medio siglo), para Manuel de Cos las fotografías de mayor valor de todo su archivo son en las que ha plasmado, como denuncia, la desforestación intensiva que, especialmente durante la década de los años sesenta, sufrieron los montes de Cantabria.
«Aún me emociono cuando veo estas imágenes, con las que dejo testimonio de lo que ha ocurrido, y tengo la esperanza de que los jóvenes hagan algo por cambiar esto», dice.
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