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Víctor Harel, el pasado miércoles en Valladolid. / MIGUEL A. SANTOS
VÍCTOR HAREL EMBAJADOR DE ISRAEL EN ESPAÑA / «Los resultados de  la guerra de Líbano fueron mediocres»
Internacional

VÍCTOR HAREL EMBAJADOR DE ISRAEL EN ESPAÑA / «Los resultados de la guerra de Líbano fueron mediocres»

«La muerte de inocentes es muy doloroso», pero añade que la lucha contra el terrorismo es una guerra sin cuartel en la que no hay límites, «todo es válido»

FRANCISCO FERNÁNDEZ

Domingo, 15 de octubre 2006, 02:40

Víctor Harel nació hace 62 años en Montevideo, Uruguay, y al cumplir los 18 emigró a Israel. Desde el 2003 es su embajador en España.

-¿Fue un error la ofensiva militar israelí en el Líbano?

-Hubo fallos y para eso está la comisión de investigación, pero no fue un error. No podíamos permanecer indiferentes ante la amenaza de 12.000 misiles en un territorio dominado por Hezbolá y, además, estuvo la provocación. Era imprescindible liberar a los dos prisioneros, que en esto fracasamos, y destruir parte de esa infraestructura militar terrorista.

-Más de un millar de muertos, muchos de ellos niños, Hezbolá fortalecida, la opinión pública internacional horrorizada... ¿Qué aspectos positivos puede colocar en el otro platillo de la balanza?

-Han muerto civiles en ambas partes, pero mientras ellos disparaban sus misiles para tratar de hacer el mayor daño posible a la población civil, nosotros buscábamos a los terroristas y en esta búsqueda también eran heridos civiles, porque eran usados como escudos humanos. Hezbolá puede cantar victoria hasta que quiera, pero sus misiles de largo alcance fueron destruidos. Hoy tenemos en la frontera al ejército libanés, arropado por contingentes internacionales, pero, si no se desarma a Hezbolá y no se impide que se rearme, en un futuro nos veremos en la misma situación.

-¿Y usted cree que esa es la misión de las tropas extranjeras?

-Evitar el rearme sí, pero no tienen como mandato desarmar a Hezbolá, que es lo que hubiéramos deseado. Tal vez el ejército del Líbano pueda llevarlo a cabo.

-¿No hubiera sido mejor negociar la liberación de los soldados?

-Nosotros no negociamos con terroristas. Ahora estamos en ciertas negociaciones con terceras partes, más que nada con el gobierno de Líbano, para lograr la liberación.

-¿En qué fase se encuentran estas negociaciones?

-No lo sé, ni debo saber. Esas negociaciones son secretas, muy complicadas y por ello se están llevando con mucha discreción.

-¿Por qué la opinión pública de su país, que apoyaba la guerra, ahora es tan crítica con su Gobierno?

-Se pensaba que era cuestión de días y ya no hay guerras de seis días. El ejército israelí se impuso a sí mismo restricciones, porque no estábamos en guerra contra Líbano y no queríamos dañar a su gobierno. Algo que se pensaba que iba a ser rápido se prolongó durante 33 días y no se lograron todos los objetivos previstos.

-¿No cree que existe la impresión de que Israel ha perdido esta guerra contra Hezbolá?

-La guerra no la perdimos. Tal vez podemos decir que los resultados fueron mediocres. Nuestro poder de disuasión no ha sido dañado. Han visto que en la búsqueda de nuestros soldados y para defender a nuestros ciudadanos hemos tomado acciones muy serias, sin usar todo nuestro poderío militar.

-¿Es el ejército de su país un poder paralelo al Gobierno?

-No, no. Cada paso, cada acción fue autorizada por el Gobierno.

-¿Cree que sería posible el despliegue de un contingente internacional en los territorios palestinos similar al de Líbano?

-Es diferente, porque en Gaza no hay un estado. Esta fuerza sirve para Líbano y no creo que pueda aplicarse a la franja de Gaza.

-El fin del conflicto pasa por la coexistencia de dos estados, uno israelí y otro palestino. ¿Es tan difícil?

-Un estado ya hay y nos falta el otro, pero cuando los palestinos eligen a un grupo terrorista llamado Hamás y Abú Mazen, que tiene un discurso de diálogo con Israel y de condena de la violencia, pierde las elecciones, otra vez los palestinos se equivocan al elegir a sus líderes. Mientras los palestinos no elijan un camino de diálogo no habrá posibilidad.

-Parece que Hamás es la causa de la crisis del proceso de paz, pero antes tampoco avanzaba.

-Hubo el proceso de Oslo, pero después Arafat hace fracasar las negociaciones y elige la vía del terror y nosotros seguimos manteniendo una posición de gran intransigencia frente al terror.

-¿Está muerta la 'Hoja de ruta'?

-Puede resurgir y es el marco más adecuado para la solución del conflicto. Nosotros continuamos comprometidos con la 'Hoja de ruta'.

-Pero su Gobierno ha paralizado la retirada de Cisjordania y sigue aprobando nuevos asentamientos.

-No hay nuevos asentamientos. Los que existen están siendo ensanchados para aquellos colonos que aumentan sus familias. Hay asentamientos ilegales que deben ser quitados y el primer ministro ha dicho que lo hará en las próximas semanas.

-¿Debe haber límites en la lucha contra el terrorismo?

-No. La lucha contra el terrorismo es una lucha sin cuartel. No hay límites.

-¿Vale todo?

-Exactamente, todo es válido en la lucha contra el terror. Es una guerra implacable, que están llevando a cabo fundamentalistas suicidas. Como gobierno debo defender a mis ciudadanos y todos los medios son viables.

-¿Cree que los asesinatos selectivos y el bombardeo, por ejemplo, de una familia en una playa pueden traer la paz?

-Los asesinatos selectivos es uno de los métodos, tal vez de los más extremos, para evitar un acto de terror. Si puedo detener al terrorista, mejor, pero si no puedo, esta medida la debo usar. Lo de la playa fue un error. Nuestros objetivos son de carácter terrorista o militar, nunca civil. Nunca bombardearíamos una casa por el hecho de bombardearla. Lo hacemos cuando se están construyendo misiles o se está escondiendo a un terrorista. Es muy doloroso cuando mueren inocentes, pero los terroristas están usando a la gente como escudos humanos.

-¿Es posible retomar las negociaciones con los palestinos?

-Es posible si Hamás acepta el estado de Israel, renuncia a la violencia y se une a Abú Mazen.

-Muchos partidos israelíes tampoco admiten el estado palestino.

-El Gobierno y la mayoría de los israelíes estamos dispuestos a retomar la negociación si Hamás deja de ser un grupo terrorista.

-¿Ha habido contactos entre delegaciones israelíes y palestinas recientemente en Madrid?

-Ha habido encuentros que, al menos por la parte israelí, no representaban ni al Gobierno ni a ninguna entidad oficial. Esos contactos son irrelevantes.

-¿Cree que el bloqueo al que se está sometiendo a los palestinos derribará el gobierno de Hamás?

-Parte de la población considera a Hamás como un grupo intransigente que ha provocado el bloqueo. Es exitoso y es imprescindible continuar la presión.

-Pero al final lo sufre la población.

-Pero es la población la que, en buena parte, votó a Hamás.

-¿Cómo contempla la sociedad civil de su país la opción militar para lograr la paz?

-Hay todo tipo de ideas, pero queremos ser una sociedad normal, que pueda tomar un autobús sin riesgo de que explote y poder ir a tomar un café sin que tengamos que enfrentarnos con el terror.

-¿Y cómo reacciona esa sociedad israelí ante las imágenes de carros de combate enfrentándose a niños?

-Las imágenes que llegan aquí son en parte manipuladas. Hubo mucha manipulación de la prensa durante la guerra del Líbano. Fotografías repetidas, cifras manejadas que no son ciertas, como en el caso de Caná, donde murieron 28 personas y no 60 como se dijo. Las imágenes que se ven aquí no son las que vivimos allá.

-¿Por qué prohíben los matrimonios entre judíos y palestinos?

-No está prohibido, pero rige la ley religiosa. Los judíos deben casarse religiosamente. El problema es cuando hay un matrimonio mixto, porque ¿quién los casa? Un matrimonio de esos debe salir fuera de Israel para casarse y regresar para inscribirse.

-¿Se sienten amenazados por Irán?

-El presidente iraní es una fanático que quiere borrarnos de la faz de la tierra. Lo tomamos muy en serio porque si puede llevar a cabo sus intenciones las llevará.

-¿Cree que es posible recomponer las relaciones con Siria?

- Mientras Siria siga apoyando el terror, no. El cuartel general de Hamás está en Damasco y sigue apoyando a Hezbolá. Debe comprender que o se lucha contra el terror o se está con el terror.

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