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ERNESTO SARDINA
Miércoles, 15 de noviembre 2006, 03:11
«La última historia de amor antes de la revolución rusa», «la cima de la ópera romántica», «una obra maestra»... Varias definiciones para recoger la esencia e importancia de 'Eugene Onegin', la obra de Tchaikovsky basada en la novela de Puschkin, que se estrena por primera vez en España, mañana, en el Palacio de Festivales, bajo la dirección del maestro italiano Gian Carlo del Monaco.
«Onegin es la ópera nacional rusa. Es una obra en la que las palabras, surgidas de la propia sensibilidad de Tchaikovsky, hieren profundamente. Es el drama de los sentimientos», explicó Del Monaco.
En una de sus cartas, relató, el compositor ruso describe esta ópera como una pesadilla, la de la joven protagonista, Tatiana, que se equivoca, abre su corazón y resulta herida; y, también, la de su amor, Onegin, que años después de rechazarla se da cuenta de que la ama pero ya es demasiado tarde y será él quien sufra las heridas.
A su juicio, Tchaikosky reflejó en esta obra, más que en ninguna otra, su propia vida sentimental, atormentada y equivocada porque creía estar enamorado de la mujer que era su mecenas y no admitió que en realidad era homosexual. Es su obra más autodidacta, resaltó el maestro italiano.
La acción, explicó Del Monaco, se ha trasladado a los últimos años del siglo XIX con el propósito de contar «el último baile, la última historia de amor antes de la revolución rusa», que acabará con toda una época, aquella que se representa en la obra.
'Eugene Onegin', producida por la Deustsche Oper am Rhein de Dusseldorf y estrenada en esta ciudad hace dos años, cuenta con un reparto internacional encabezado por Markus Butter (Eugene Onegin), Elena Prokina (Tatiana), Dragana Jugovic (Olga) y Lenski (Sergei Homov) y está dirigida musicalmente por el español Jorge Rubio, quien se acompaña en esta aventura escénica y musical de la Orquesta Sinfónica de Navarra y el Coro Lírico de Cantabria.
Nieve negra
La nieve no es blanca sino negra en esta versión de la ópera de Tchaikovsky que se desarrolla en una doble escena: por lado, un bosque «quemado por el viento de los tiempos y por el fuego de los sentimientos» -explicó Del Monaco- y por el otro, un salón que se identifica con la personalidad de Tchaikovsky y donde se desarrolla una historia de sociedad rusa. Para Jorge Rubio, 'Eugene Onegin' es una «obra maestra absoluta» y la «cima de la ópera romántica», además de uno de esos títulos del repertorio que gusta al público desde la primera vez que lo ve y le impulsa a volver a los teatros líricos.
Aunque, según este maestro, lo más conocido de la partitura son el vals y la polonesa, que él ha dirigido con frecuencia en programas sinfónicos y que son «ejercicios orquestales de una brillantez extraordinaria», el verdadero atractivo reside precisamente «en todo lo demás», en el tratamiento lírico de la historia de Puschkin.
La nota curricular de estos dos genios de la escena la puso el director del Palacio de Festivales, Juan Calzada, quien elogió el trabajo de Gian Carlo del Monaco, con más de 120 óperas en su repertorio, entre ellas 'Macbeth', que representó en el Palacio de Festivales, al igual que 'La flauta mágica' de Jorge Rubio de quien también elogió su trayectoria profesional al frente del Teatro de La Zarzuela o la Ópera de Canarias.
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