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ELENA TRESGALLO
Sábado, 18 de noviembre 2006, 02:19
A muchos les parecerá una locura y a otros una temeridad, pero Joaquín Ortega, un actor sevillano de 31 años, consiguió ayer en Bielva superar el récord Guinnes de tirarse por la escalera más larga. No sólo se tiró, sino que lo hizo sin romperse la crisma. Tras la proeza, sólo algunos pequeños dolores musculares y el previsible aturdimiento después de rodar por 134 escalones.
Con decenas de curiosos, medios de comunicación cómo testigos y un ligero retraso al no haberse previsto la asistencia de una ambulancia (hubo que llamar a San Vicente de la Barquera para disponer de una), Joaquín logró arrebatar el titulo al británico Martín Sentón que cayó 109 escalones abajo sin hacerse un rasguño. El secreto del éxito de este actor está en su especialidad: protagonizar escenas de riesgo en el cine. Ha participado en 'Alatriste' y series televisivas de conocido éxito cómo 'Aquí no hay quien viva'.
Ayer, se tiró de cabeza y fue rebotando por 134 de los 400 peldaños de las escaleras de la ermita del Cristo de Bielva. Los vecinos no daban crédito. Algunos pensaban que había truco, pero nada de eso. Joaquín se tiró protegido sólo con unas hombreras y unas rodilleras, y cumplió su objetivo de conseguir ser la única persona en el mundo que obtiene el título de tirarse por una escalera de 134 peldaños.
Aparentemente un total absurdo que esconde tras de sí el premio de la publicidad mediática y el reconocimiento a una extensa trayectoria, la de este joven actor que, incluso, ha pagado 370 euros para poder optar al Guinnes. Pero lejos de la anécdota, está el riesgo que también corrió Joaquín, y que hay que valorar. A pesar de su preparación como especialista de escenas de riesgo en el cine, la caída fue de vértigo, dada la elevada pendiente de la escalera con peldaños de piedra y de menos de un metro de ancho.
Con la respiración contenida, el público observó cómo este joven especialista conseguía llevar a cabo, con buen tino, su hazaña. Algunos piensan ahora, que lo hizo protegido por el Santo Cristo de Bielva, lugar de peregrinación de muchos devotos. Unos minutos de relajación y concentración bastaron para que este especialista se decidiera a tirarse y conseguir el ansiado trofeo, sin rasguños aparentes.
El alcalde de Herrerías, Francisco Linares, se mostraba satisfecho por la consecución de éste record en su municipio, dado el eco mediático y la publicidad que se hacía del evento. «Estas cosas siempre ayudan por la puesta en valor de una ruta turística de 400 escaleras hasta la capilla», señaló el alcalde.
Y es que, cada 14 de septiembre, cientos de romeros acuden a festejar la fiesta del Cristo. Algunos hacen promesas y suben las escaleras de rodillas. Joaquín se animó a hacerlo del revés y de cabeza.
Ha explicado que un amigo le dijo que en Cantabria había un sitió fantástico para lograr su hazaña. Sus primeras palabras tras el batacazo, de 24 segundos, sonaron a revancha conseguida: «No podía dejar que el récord lo tuviera un inglés». Y no sólo eso, estaba dispuesto a repetirlo.
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