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EFE
Jueves, 23 de noviembre 2006, 09:25
La Audiencia Nacional absolvió ayer a Aitor Herrera de un delito de terrorismo en relación con la colocación de un coche-bomba en el aparcamiento del aeropuerto de Santander el 27 de julio de 2003, que no causó víctimas mortales pero produjo daños materiales y por lo que el fiscal reclamó para él 17 años de cárcel.
Así se lo anunció el magistrado Alfonso Guevara, presidente del tribunal que le juzgó el pasado lunes por los citados hechos, durante el juicio que comenzó a celebrase ayer por la tarde contra él y otros dos presuntos miembros de ETA por el delito genérico de pertenencia a banda armada y depósito de explosivos, así como contra otras dos presuntas colaboradores de la organización terrorista. Desde el inicio de la vista de ayer, los tres acusados que se encuentran en prisión, Herrera, Gorka Martínez y Asier Arzalluz, permanecieron en la sala blindada -en la que comparecen los acusados de terrorismo- sentados en corrillo, charlando entre ellos y dirigiéndose hacia los familiares que habían acudido al juicio.
Ante esta actitud, el magistrado indicó que no iba a permitir una «reunión para jugar a las cartas» y solicitó a las fuerzas de seguridad que separasen a los acusados, que fueron situados en las esquinas de la sala blindada y custodiados por la Policía.
«Hacer justicia»
Los procesados, no obstante, continuaron hablando entre ellos, por lo que Guevara interrumpió el juicio y tras reprocharle a Herrera el «menosprecio» que estaba mostrando con su indiferencia hacia el tribunal, le informó de que «en esta misma mañana este tribunal le ha absuelto de la petición del lunes pasado de 17 años». «A este tribunal le da lo mismo que le menosprecie porque está para otra cosa, para hacer justicia», aseveró el juez, quien dijo a Herrera que, a pesar de que está demostrando una «actitud de falta de respeto y de educación», el tribunal «cumple con su deber» y como no ha encontrado «prueba alguna de determinada acusación le ha absuelto». Advirtió además a los tres acusados de que «si no tiene interés en el juicio» o «si no quiere colaborar», el tribunal «se empeñará en hacerles colaborar».
«¿Qué quieren? Que volvamos a la situación de volverles a esposar y que incluso haga taparles la boca», cuestionó el magistrado, que añadió que «se les ha pedido que mantengan una actitud adecuada hacia el tribunal». A partir de entonces, los acusados dejaron de hablar y se mantuvieron respetuosos con el tribunal hasta el final de la sesión. Durante el juicio, que continuará en los próximos días, ninguno de los tres procesados, para quienes el fiscal pide 22 años de cárcel, quiso declarar, mientras que Ziortza Fernández y Ana María López -ambas en libertad y para las que la Fiscalía pide cinco años- sí lo hicieron, aunque aseguraron que no han colaborado con ETA.
Según el fiscal, Herrera, Martínez y Arzalluz formaban parte del 'comando Olaia' y realizaban labores de infraestructura, de apoyo logístico y de información o captación y añade que éstos fueron ocultados en varias ocasiones por las dos acusadas en sus domicilios. Sin embargo, Fernández y López negaron este extremo y la última de ellas añadió que «no era consciente» de que el novio de la primera -Jon Kepa Preciado- se ocultara en la casa que ella compartía con su pareja sentimental, ya fallecido. La sentencia absolutoria adelantada ayer por Alfonso Guevara se hará pública próximamente.
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