Revilla afirma que las señas de identidad del PRC son la honestidad y la honradez

El IX Congreso del PRC designó ayer a Miguel Ángel Revilla secretario general del partido para los próximos cuatro años. Revilla ocupa el cargo desde 1988 y fue reelegido con el 99,8% de los votos. De los 958 delegados acreditados, 956 emitieron voto favorable a mano alzada, no se registró ninguno en contra y hubo dos abstenciones.

Con la designación del líder regionalista en el cargo de secretario general, automáticamente se proclamó candidato a la Presidencia de Cantabria en las elecciones de mayo de 2007. En el discurso de clausura del congreso, celebrado en el paraninfo de la Universidad, Revilla advirtió que no se volverá a presentar a la reelección por lo que los próximos cuatro años «van a ser los de más dedicación y empuje» para lograr que el PRC se convierta en «el partido hegemónico de Cantabria», para lo que pidió el apoyo de los militantes, lo mismo que para situar a Cantabria «a la cabeza de España».

Revilla, nacido en Polaciones en 1943, aventuró un «excelente resultado electoral» con el que el PRC espera superar ampliamente el número de diputados que cuenta en la actualidad, ocho de los 39 que componen el Parlamento regional.

A su juicio, el equipo designado ayer para ocupar cargos en la Ejecutiva, «es el mejor» y la «calidad humana» de las personas «supera» a la de otras formaciones políticas.

El líder regionalista definió a la «honestidad y la honradez» como «rasgos» del PRC y reiteró, tras la últimas acusaciones de la oposición, a la que llamó «carroñera», que «tengo vértigo a la corrupción». Indicó que antes de verse inmerso en un escándalo «me tiro a la bahía atado a una rueda de molino».

Del líder popular, «ése que aparece en los carteles, el de los labios carmesí» (por Ignacio Diego) «lo que diga no nos hace mella» y dijo que lo que hay que temer es la «división interna», algo que, agregó, no ocurre en el PRC porque es un partido «unido».

Como es habitual en sus discursos, Revilla volvió a hablar de su amor por Cantabria, algo que también exige a los militantes regionalistas. Después de 34 años «dedicado exclusivamente a esta tierra en cuerpo y alma» dijo tener «claro» que el testigo al frente del PRC lo debe tomar «otro compañero» porque «el PRC no es Revilla, a este partido ya no lo desmonta nadie».

Miguel Ángel Revilla recordó los inicios de la formación política y también los momentos mas «duros» con los tránsfugas, del que el PRC salió fortalecido, aseguró. También tuvo palabras de afecto para los fallecidos Benito Huerta y Eduardo Obregón Barreda, del que dijo que «es una referencia».

Calificó de «algo milagroso» que «este partido haya llegado a donde ha llegado» en una España donde los partidos regionalistas no destacan y sí los «nacionalistas radicales», como es el caso de Cataluña y el País Vasco y se preguntó por qué ha sido. La respuesta se la dio él mismo, por la «coherencia» que ha seguido el PRC en su trayectoria política «con las mismas coordenadas, no nos hemos desviado del camino, y hemos seguido una sola ruta con un horizonte: Cantabria».

También señaló que el PRC ha sido «coherente en la oposición y en el Gobierno». En 1995, dijo, «gobernamos con quien teníamos que gobernar» y se consiguió «rigor» y «normalidad política».

Izquierda y la derecha

Revilla, en un discurso de algo menos de una hora, señaló que el PRC «es un partido que ha demostrado que puede gobernar con la derecha y con la izquierda» y aseguró que la formación política que dirige «tiene la mejor gente de Cantabria, la más preparada».

Volvió a pronunciar su famosa frase de «Cantabria me pone» pero «también me pone España». «Amor y pasión por Cantabria», eso es lo que quiero inculcar, dijo.

El congreso se inició en torno a las 10 de la mañana con la composición de la Mesa y un discurso inaugural en el que el entonces secretario general saliente hizo un balance de gestión. Justificó el pacto con el PSOE diciendo que «era un clamor en el partido que ya no se podía continuar con el PP». Destacó que el número de afiliados al PRC ha sobrepasado ya los 7.000 y se refirió al crecimiento del empleo en Cantabria. Dijo que la economía «va bien» y mencionó lo «importante» que es que el Ejecutivo cántabro esté «en sintonía» con el de Madrid.