PSOE y PP: El naufragio de España

Como en una fragata en la que el capitán y los mandos peleasen contra la tripulación amotinada, el PP y el PSOE en su constante enfrentamiento enrarecen la convivencia democrática de los españoles y entorpecen, con los arrecifes terroristas escondidos en la borrasca, el libre navegar de España. Sus descalificaciones, insultos, denuncias y falta de lealtad lastran la vida cotidiana de los ciudadanos. Su grosería y su falta de educación desagradan, ofenden la sensibilidad y dan mal ejemplo de lo que es el noble arte de la Política. Sus desfalcos y corrupciones urbanísticas menoscaban la estabilidad económica y social. Su modo de vivir y de comportarse eleva a principio conductual el «todo se compra todo se vende», travistiendo el servicio a la patria en un mercado de ladrones. Y su egoísmo demagógico impide pactos necesarios en cuestiones esenciales para nuestra sociedad como la inmigración, el terrorismo, el reparto del agua, la libertad religiosa, el sistema electoral nacional, la educación, la delincuencia organizada o las corrupciones inmobiliarias.

Uno no está seguro si la mediocridad intelectual y cultural de la mayoría de nuestros políticos es la causa de su insolidaria gestión de España, o si la soberbia que les ciega se alimenta de la ignorancia política de los ciudadanos que votan por simpatías o antipatías ideológicas en lugar de por la ponderación del acierto o del despropósito de los gobernantes. Quizá, con pocas excepciones, ambos estamentos, sociedad y políticos, no poseen la esencial cualidad democrática del criterio, luz que alumbra las obscuridades electivas -que no las afinidades electivas- del voto. España lleva desplegado el velamen en las tinieblas de un proceloso océano de planes de estudio fracasados, una implacable cacería contra los librepensadores contrarios a la dictadura opinionista de lo políticamente correcto, y el lavado de cerebro de la masa por la telebasura. La nesciencia y el mal gusto azotan cual galerna la cultura, el pensamiento, la educación, la estética y la ética en España. Y la degradación educativa, social y moral han hecho de la democracia española un yate privado del PSOE y del PP, esclavizada la masa de Ortega con el tesoro escondido del materialismo, el hedonismo y el relativismo. Hoy ni el PP ni el PSOE garantizan la navegación democrática de España ni los derechos de los españoles amparados en nuestra Constitución: con el silencio cómplice y cobarde de la masa, sólo anegan el viejo galeón que es España en los mares de la Historia.

Como una tripulación amotinada contra su patria, ambas formaciones políticas son incapaces, siquiera contra el terrorismo, de aparcar su egoísmo y su ansia de poder para pelear aliados contra este monstruo cuyos tentáculos atenazan España. El pueblo así lo reclama, la sociedad así lo necesita, el sentido común así lo determina, la justicia así lo demanda, pero el PP y el PSOE a lo suyo: en una nueva vuelta de tuerca -más esperpento de Valle-Inclán que fantasma de James-, el PP y el PSOE lanzan ahora una guerra de vídeos como boomerang de odio hacia la santabárbara de la que debiendo ser nave aliada cañonean como enemiga, cuando el único enemigo de España es el terrorismo. Su mediocridad política sería guión cómico si la sangre, el dolor y la tristeza no hiciese que sus insultos y descalificaciones mutuas sean no comedia sino tragedia para las víctimas del terrorismo. Se pelean los dos partidos mayoritarios de la democracia española por guiar el timón político en la tormenta terrorista cuando el capitán y la amotinada tripulación deben cooperar para evitar los arrecifes donde arrastra su derrotero: la victoria del terrorismo y el naufragio de España. Se pelean los dos partidos mayoritarios por guiar el timón político en la tormenta terrorista en vez de cooperar para evitar los arrecifes donde arrastra su derrotero