

Secciones
Servicios
Destacamos
PILAR CHATO
Miércoles, 24 de enero 2007, 09:14
La consejera de Sanidad, Rosario Quintana, confió ayer en que los profesionales del Servicio Cántabro de Salud (SCS) se den cuenta del «engaño» al que les ha llevado el Sindicato Médico y decidan volver a sus puestos de trabajo. En su opinión esta organización sólo ha pretendido «poner en marcha una suerte de golpe de estado para dirigir la política sanitaria de esta comunidad, debilitar el sistema sanitario público e impedir que el SCS se dote de instrumentos que permitan capitalizar y potenciar el sistema».
Las posturas enfrentadas ponen de relieve un estancamiento en la situación que hace difícil prever una pronta resolución. Ayer, la consejera insistió en la voluntad negociadora del Gobierno y las progresivas mejoras planteadas: «Hemos tirado la casa por la ventana para intentar que nuestros ciudadanos sean atendidos como deben, pero no se puede, no se debe dar más».
Confía Quintana en que el Sindicato Médico «entre en razón», aunque reconoció confiar «muchísimo más en los profesionales», que son los que van comprendiendo las «trampas» que les ha tendido el Sindicato Médico y que no pueden seguir por más tiempo sin prestar asistencia a los ciudadanos. A juicio de Quintana, la huelga ha sido seguida de forma minoritaria por los profesionales, y muchos de los que la han secundado lo han hecho porque «han sido deliberadamente engañados e intoxicados por el Sindicato Médico», pero «cuando conozcan la realidad se darán cuenta de que les han estado haciendo el juego a una visión de la medicina que no comparten, el juego a aquellos que quieren compatibilizar la medicina pública con la privada».
En cuanto a la propuesta de un mediador -la ex directora del Insalud María Luisa Sáez de Ibarra- indicó que es una vieja aspiración del Sindicato Médico que desde el inicio de la legislatura decidió que con el actual Gobierno no se podía negociar. En su opinión, esta organización quiere que «al frente de la Administración sanitaria esté otra posición política, otra visión de la sanidad que apostase menos por la sanidad pública». Ante esa mediación, recordó que la Administración ha «aguantando estoicamente todo tipo de insultos y desplantes» y aun así ha desarrollado una negociación «sustentada en recursos económicos muy importantes, quien no han negociado y ha hecho una pantomima ha sido el Sindicato Médico». Advirtió que detrás de la palabra huelga hay nombres y «dramas personales» y apuntó que es el momento de que los ciudadanos se pregunten cuál es el motivo de esta huelga.
Seguimiento de la huelga
El seguimiento de la huelga obligó ayer a aplazar un 39,09% de las consultas previstas en Atención Especializada, el 23% de las de Primaria y un 48,48% de las operaciones programadas. El SCS informó que un 13,5% de los médicos que deberían estar en sus puestos secundaron la huelga, es decir 171 de los 1.261 profesionales que deberían haber trabajado.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.