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LEONTXO GARCIA
Domingo, 28 de enero 2007, 03:48
España mejoró lo suficiente para ganar sin apuros a Hungría, un equipo correoso pero inferior, y asegurar su plaza en cuartos de final. Ahora se jugará el primer puesto del grupo con Croacia (hoydomingo, 16.15 h., La 2). Como Alemania jugará su cruce en Colonia en todo caso, la selección de Pastor no sabrá hasta el último minuto si debe viajar a Hamburgo (600 kilómetros) o Colonia (250).
España corrigió en ataque sus errores del jueves ante Dinamarca: exceptuando el excesivo empeño de Chema por combinar con el pivote Uríos durante el primer cuarto de hora, hubo rapidez, continuidad y pocas pérdidas de balón, letalmente castigadas por el contraataque húngaro; sobre todo, cuando Raúl Entrerríos sustituyó a Chema como central para jugar algo más alejado de los rivales. Aunque no es menos cierto que la retaguardia húngara es bastante mas débil que la danesa, y apenas logró crear situaciones de tres defensores contra dos atacantes, que fue la tónica del jueves.
El problema de la selección de Pastor durante la primera mitad estuvo más bien en la defensa (en 6-0), de eficacia irregular y poco atenta a los rebotes para desesperación del portero Barrufet, cuyas paradas de mayor mérito eran inútiles ante el consiguiente gol a bocajarro. Una preocupación añadida era el buen hacer del central húngaro Ivo Díaz, cubano de origen, jugador del Ademar de León, excelente en prestaciones físicas y visión de juego. En la otra meta, el orondo Puljécevic demostraba que no es necesario tener un cuerpo de atleta para ser un buen portero, a pesar de su dolencia en la espalda.
Pastor cambió la defensa a 5-1 en el inicio de la segunda mitad, con Davis como avanzado. La buena labor de éste atrás y adelante -bellas combinaciones con Uríos- contribuyó mucho a que España se fuese en el marcador (19-24 a falta de 21 minutos) pero sin sentenciar del todo hasta los últimos minutos. Entre otras razones, porque Alberto Entrerríos, un día más, estropeaba en la defensa su brillo en el ataque; y, sobre todo, por el problema crónico de los laterales zurdos españoles: Garralda, de 36 años, no se alineó este sábado; y Beláustegui falló sus cuatro primeros lanzamientos para ser sustituido, en el minuto 19, por el diestro Lozano; éste, en el colmo de la mala suerte, fue inmediatamente excluido por dos minutos por falta de pie, y ya no volvió a salir.
Queda por tanto la duda de si España está capacitada para ganar a un equipo de gran calidad -como Croacia, Francia o Dinamarca-, porque Hungría no lo es. Aunque el duelo sí demostró que España puede atacar mejor que contra los daneses, quedan dos problemas de muy difícil solución (los laterales zurdos y el tiro exterior) y uno que va siendo menor cada día: la consistencia defensiva. Quienes consideran que sólo la medalla de oro sería un éxito para España quizá deberían bajar el listón.
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