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P. DE LAS HERAS
Jueves, 8 de febrero 2007, 02:32
El Gobierno considera una «novedad importante» la nueva apuesta de Batasuna y está convencido de que algo 'se mueve' en el mundo de la izquierda independentista. Pero sostiene que la propuesta planteada no basta para creer que la formación está dispuesta a desvincularse de la banda terrorista y rechazar por completo su autoridad. El Ejecutivo desconoce si ETA ha dado el visto bueno a la fórmula planteada por el portavoz de Batasuna, pero destaca que la situación del partido no cambiará por más que su discurso suene ahora «mejor» que antes. Aún no ha condenado la violencia y muchos en el PSOE sostienen que no lo hará nunca. Sin esa «premisa», recordó el portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, no podrán participar de la vida política vasca ni en las elecciones municipales de mayo.
Signos alentadores
El Gobierno piensa que hay signos alentadores que permiten pensar en que la formación independentista acabará sumándose a los demás partidos para aislar sociológica y políticamente a los violentos. Pero mantiene su escepticismo. «Estamos ante algo novedoso para este mundo pero lo maravilloso sería que esto lo dijera un partido democrático», remarcan. Fuentes de la dirección socialista consideran «un paso notable» que los 'batasunos' hablen ahora de lograr una autonomía en lugar de exigir la independencia. «Supone aceptar las reglas del juego y el marco constitucional», insisten.
La inclusión de Navarra en la comunidad autónoma vasca está contemplada en la disposición transitoria cuarta de la Carta Magna, que atribuye a los navarros la potestad de decidir sobre este asunto. El Ejecutivo vasco fue más escéptico. Fuentes de Ajuria Enea creen que la propuesta de Batasuna «no aporta novedad alguna». El PNV, por su parte, consideró «asombroso» que la formación abertzale proponga avances políticos sin antes exigir a ETA el cese de la violencia.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, calificó el planteamiento de «una broma» que pretende conseguir primero una unión del País Vasco y Navarra para, después, apelar al derecho de autodeterminación, e incluso, independencia. «Es lo mismo de siempre dicho de otra manera», espetó. Desde el PP vasco, el portavoz en el Parlamento, Leopoldo Barreda, afirmó que «los grupos terroristas no pueden hacer propuestas porque no tienen legitimidad política» y pidió al Gobierno que «no pique el anzuelo» porque esta nueva iniciativa «no es más que otro intento indisimulado hacia la independencia».
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