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IÑAKI ESTEBAN
Miércoles, 7 de marzo 2007, 09:20
En la nueva novela de Juan Manuel de Prada, 'El séptimo velo', hay guerras, héroes, villanos, traiciones y amores. Al escritor, nacido en Barakaldo en 1970, le gusta pintar grandes frescos históricos y mover con ambición sus personajes. Esta vez se ha situado en la Segunda Guerra Mundial, con una joven española, republicana y un soldado de la Resistencia francesa, Jules, que queda amnésico en el campo de batalla y luego trata de recuperar su memoria. Con 'El séptimo velo', De Prada ganó el último Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral.
-En esta obra aparecen republicanos de derechas, socialistas católicos, se ensalza el papel del general De Gaulle en la Segunda Guerra Mundial y se bajan los humos a los comunistas. ¿Son ganas de liarla?
-No. Es que fue así. Niceto Alcalá-Zamora y Maura eran republicanos, pero conservadores. Mi novela es muy crítica con el comunismo, sobre todo en los dos primeros años de esa guerra mundial, pero en ella hay comunistas honrados y dignos.
-¿En todos los bandos hay buenos y malos?
-La historia de buenos y malos suele ser falsa. Hoy la historia se nos presenta cubierta de ideología y maniqueísmo, y se nos olvida que sus protagonistas fueron personas, con sus aciertos y sus errores. La simplificación es la forma más perversa del olvido. Pero vivimos en un mundo idiota que te conmina a declararte de un bando o de otro.
-¿Dice esto por las interpretaciones que ahora circulan de la República?
-Aquí cuando se invoca la República se está invocando una determinada interpretación ideológica de aquel periodo. Sí, hubo católicos en los dos bandos, y en una cantidad nada despreciable. Pero todo esto parece que no vale nada. Estamos abocados a un cainismo repugnante. Es nuestra maldición histórica y ahora hay algunos descerebrados que están empeñados en reavivarlo. Las personas están más allá de las ideologías. Por eso he tratado de hacer una novela de seres humanos y no sólo del caos histórico en el que están inmersos.
-¿Por qué Jules, protagonista de esta novela, es un héroe que no se acuerda de sus actos heróicos?
-La amnesia es primero un recurso narrativo: que el protagonista vaya descubriendo su pasado me ayuda a mantener la intriga. Pero también es una metáfora. La recuperación de la memoria implica dolor y desgarramiento. Si eres honesto, el pasado te enfrenta a los errores, a las vilezas, y si tenemos fuerza para hacerlo, vale la pena hacer ese ejercicio. Pero ahora estamos asistiendo a un resurgir de la memoria embellecida, edulcorada, mitificada, una memoria hecha a la medida de nuestra conveniencia.
La vida y su agitación
-Jules es un héroe que no está muy a gusto con su heroísmo.
-Jules empieza intuir que fue un héroe, pero piensa que si fue un héroe también tuvo que ser cruel, tuvo que cometer crímenes, etc. Muchas veces el límite entre el heroísmo y la traición es tan fino como un papel de fumar.
-Su protagonista es también un aventurero.
-Ésta es una novela de aventuras que está planteada como un folletín, un género hoy muy vilipendiado porque hemos dejado de creer en las posibilidades de la narración. Siempre he pensado que una novela tiene que aspirar a crear un universo y no solamente a ser un jueguecito de ingenio. Mi deseo es captar la vida en toda su agitación. En ese sentido, sí, es una novela de aventuras, de llena de encuentros y desencuentros, novela épica...
-¿No necesita la épica de buenos y malos?
-Bueno, mi novela evita la épica ingenua, porque el bien en estado puro no existe. Cuando empecé a escribirla pensé en hacer una novela épica sin segundas intenciones, pero a medida de que me metí en la época y me documenté, me di cuenta de que no podía tratar ese magma histórico con esquemas simples.
-Jules y su compañera, se dedican al circo. ¿Por qué esta profesión?
-Soy un gran amante del circo. Para mí representa la supervivencia de una forma cultural que se remonta al principio de nuestra civilización. Mis recuerdos de niño van ligados a él. Hoy cualquier espectáculo cultural está subvencionado excepto el circo. Incluso hay gente que piensa que es una cosa cutre, cuando es uno de los espectáculos más hermosos que existen.
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