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M. A. SAMPERIO
Sábado, 17 de marzo 2007, 10:33
Profesores, padres y alumnos del Colegio de La Enseñanza se vieron ayer arropados en la concentración que realizaron en la Plaza de Atarazanas por vecinos y ciudadanos que no quieren que desaparezca este centro educativo en el centro de la ciudad y pidieron a la Compañía de María que negocie el plan de viabilidad que se les va a presentar el próximo martes en Madrid. La concentración comenzó a las ocho de la tarde y contó con la presencia de los tres principales candidatos a la Alcaldía, Íñigo de la Serna (PP9, Jesús cabezón (PSOE) y Vicente Mediavilla (PRC), y varios ediles de la corporación, entre ellos Eduardo Rubalcaba y Carmen Ruiz Lavín. Los asistentes, más de mil según la Policía Local, llevaron unos lazos azules y naranjas, que son los colores del colegio, y se montó una mesa para seguir con la recogida de firmas de apoyo, que ya superan las 15.000. Durante el acto se escucharon diversas melodías y se leyeron tres textos. El primero a cargo de una madre, Margot Pelayo; el segundo, por parte de una alumna, Cristina Diego, y el tercero corrió a cargo de la profesora Conchita Alonso. El 'maestro de ceremonias' fue otro de los docentes del centro, Marcos García.
«Defendemos un proyecto educativo que fue fundado hace 400 años por Santa Juana de Lestonnac y que, en Santander, lleva funcionando desde hace 155 años. Un proyecto digno, responsable, que educa a nuestros hijos a ser personas, con valores cristianos que se están perdiendo en nuestra sociedad. Un proyecto acorde con las necesidades de nuestra ciudad.», señaló Margot Pelayo. «Nuestro colegio -dijo Cristina Diego- es una gran familia en la que nos sentimos a gusto, junto a unos profesores y compañeros que nos apoyan y con los que hemos pasado grandes momentos. Este colegio es para algunos toda una vida. Y para otros el inicio de un camino por recorrer. Deseamos que nuestro colegio siga donde y como está; que a pesar del paso del tiempo, podamos volver a recorrer los pasillos y las aulas que nos vieron crecer, viendo a otros niños disfrutar de ellos como nosotros lo hacemos».
«El colegio tiene matrícula creciente y realiza una labor importante de integración del alumnado nacido fuera de España. Creemos que esta sociedad necesita espacios donde a los niños y jóvenes se les espere con los brazos abiertos y donde todos y cada uno tengan un lugar, donde aprendan a convivir y a valorar la riqueza de lo diferente, donde descubran el compromiso solidario, donde puedan acercarse a la cultura, a esa cultura que conseguirá hacerlos más libres, más humanos y, en definitiva, más felices» , finalizó Conchita Sancho.
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