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Interior del garaje siniestrado, con las conducciones generales totalmente afectadas. / CAVIA
No se teme por la estructura del edificio siniestrado
Los Corrales de Buelna

No se teme por la estructura del edificio siniestrado

Los vecinos de La Condesa no pueden usar los desagües Continúa la investigación sobre las causas del incendio

N. CAVIA

Jueves, 19 de abril 2007, 03:23

La preocupación sigue instalada en la Avenida de España de la urbanización La Condesa de Los Corrales de Buelna. No sólo por el aún desconocido origen del incendio que obligó a evacuar a los vecinos de 75 viviendas, sino por los daños sufridos en las instalaciones de agua y luz y el futuro pago de las reparaciones.

En cuanto al origen del fuego, ayer, el concejal de Seguridad, José María Campuzano, adelantó que la Policía Científica y un cuerpo especializado, con base en León, de la Guardia Civil, se encargarán de dilucidar las causas, «de momento, una incógnita», dijo. Los propietarios del garaje siniestrado afirmaron que en ese local no había hornillos eléctricos ni productos inflamables, como se llegó a decir, y solo tenían una pequeña bombona de camping gas que no llegó a explotar. Además, dijeron, el coche afectado, con seguros en regla, estaba en perfecto estado y listo para entregar a su nuevo dueño, ya que habían concertado su venta.

Pero problemas más humanos preocupan a unos vecinos que ayer escucharon al concejal de Urbanismo, Óscar del Val, afirmar que, tras una primera vista técnica, la estructura del edificio no parece dañada.

Instalaciones dañadas

«Dantesca», así calificaba la situación del resto de instalaciones el concejal de Urbanismo, arquitecto en ejercicio. De hecho, los vecinos no pueden utilizar los desagües. El calor fundió las conducciones de PVC, las bajantes pluviales y defecales, y todo va a parar al garaje.

Cuentan con energía eléctrica gracias a una derivación realizada por Viesgo, tras comprobar que la toma general también resultó afectada por el incendio.

No hay problema en el suministro de agua, que no resultó afectado por la composición de las tuberías, de cobre. El problema en este caso es que todo termina cayendo al garaje por la rotura de las bajantes.

Agua que se hace necesaria, además, para limpiar muebles y habitaciones, donde terminó notándose el asentamiento del denso humo. Y para refrescarse porque, en las horas siguientes al suceso, el calor en algunas viviendas y locales era prácticamente insoportable.

Un dato sobre ese calor lo ofrece el PVC de las tuberías, que comienza a fundirse a partir de los 160 grados centígrados. Por lo que al menos fueron más de 200 grados lo que soportó el garaje siniestrado.

Del Val también habló de la falta de propagación de llamas al resto del edificio. Se debió a la estructura del hueco de escalera y ascensor, que impidió un efecto chimenea de esas llamas e incluso del humo. En cuanto al tiempo estimado para la reparación de los daños, todo dependerá de la investigación en curso. A partir de ahí, podría tardar esa reparación, aproximadamente, un mes. De todas formas se intentará reparar con prontitud los desagües como medida sanitaria.

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