Cadena de alegaciones

Medio millar de alumnos del colegio 'La Enseñanza' formaron ayer tarde una cadena humana entre el centro educativo, sobre el que pende la amenaza de cierre, y la Plaza del Ayuntamiento para trasladar, de mano en mano y de forma simbólica, las alegaciones al Plan General que harían posible la pervivencia del colegio.

Tras las 18.000 firmas recogidas contra el cierre patronal del colegio Compañía de María-'La Enseñanza', la plataforma de padres y profesores, que el pasado viernes 'colgó' en su página web (www.elcolegionoserinde.com) cuatro modelos de alegación, ya ha recogido 2.000 escritos de este tipo, cifra que espera incrementar ostensiblemente en el mes de plazo que resta para presentar recursos a la revisión hecha del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

La alegación pretende que la ficha urbanística en donde se enclava el centro educativo (AE-28 -B- Vía Cornelia) se modifique para posibilitar que el colegio siga en su sitio y la propiedad pueda aprovechar urbanísticamente el entorno, es decir, construir pisos. Actualmente, la revisión en trámite condiciona la desaparición del centro a que se abra otro en la ciudad, al tiempo que se ceda al municipio el inmueble del colegio para uso dotacional con la posibilidad de construir un parking público. A cambio se permitiría construir pisos en la finca. Sin embargo, la plataforma considera estos condicionantes insatisfactorios, dado que se recogen en el capítulo de 'observaciones' y no en el cuerpo de la ficha, al tiempo que consagraría que el centro de la ciudad vea reducida su oferta educativa.

Como telón de fondo la movilización de ayer pretendía desbloquear la inexistencia de una respuesta al plan de viabilidad que padre y profesores han presentado a la dirección del centro.

La Plaza del Ayuntamiento acoge la carpa en la que se expone el PGOU. Un 'cordón umbilical' humano la unió con el colegio 'La Enseñanza', a medio kilómetro de distancia, aproximadamente. La caja que contenía simbólicamente las alegaciones portaba el lema 'La Enseñanza colegio abierto' y partió, a eso de las seis menos cuarto, del colegio para, rápidamente, llegar a la carpa pasando de mano en mano.

No faltaron los aplausos y la solidaridad por parte de vecinos y comerciantes que vieron pasar la caja de cerca.