Borrar
Chaykin, un autor singular, arriesgado y, a veces, polémico. / DM
HOWARD CHAYKIN DIBUJANTE Y GUIONISTA / «Soy un humanista  romántico y realista»
Comic

HOWARD CHAYKIN DIBUJANTE Y GUIONISTA / «Soy un humanista romántico y realista»

El mítico autor de 'American Flagg', 'Cody Starbuck' y 'Black Kiss' estuvo presente en el reciente Salón del Cómic de Barcelona

PPLL

Miércoles, 2 de mayo 2007, 03:15

Iconoclasta, innovador y crítico, el veterano Howard Chaykin (Newark, 1950) ha creado desde los años setenta series de ciencia-ficción tan rupturistas como el aventurero 'Cody Starbuck' o el ranger 'American Flagg' pero también ha revitalizado clásicos como el justiciero de los pulps 'La Sombra' y el aviador 'Blackhawk'. Ello además de firmar atípicas adaptaciones de novelistas de culto como Alfred Bester ('The Stars my destination'), Samuel R. Delany ('Empire') y Michael Mooorcock ('Espadas del cielo, flores del infierno'); de sorprender con la desconcertante novela gráfica 'Time 2'; y de escandalizar con la provocadora 'Black Kiss'.

Progresista y rebelde en una industria tan masificada como la norteamericana, Chaykin también ha escrito series televisivas como 'The Flash', 'Viper' o 'Earth: Final conflict'. Su regreso a la historieta con el nuevo siglo se traduce en una serie de títulos extremadamente personales tanto como por su sorprendente incursión en el campo de los superhéroes.

-¿Cómo recuerda el impacto de su primera creación, 'Cody Starbuck'?

-En aquel momento de mi carrera yo no era muy bueno. La mayoría de lo que hice por aquel entonces fue un intento de buscar un lenguaje y una voz propia pero ninguno de los trabajos que realicé hasta finales de los 70 tuvo más cualidad que la de la pura búsqueda. Yo intentaba hacer algo diferente pero todavía no tenía la habilidad o las herramientas necesarias.

-Sus adaptaciones de Bester, Delany y Moorcock fueron un giro decisivo para su carrera, ¿no?

-El problema era que me entusiasmaba mucho más recibir un encargo que ponerme a dibujarlo porque soy muy vago por naturaleza. Pero al empezar a trabajar con Byron Preiss en esas adaptaciones me di cuenta de que la única forma de hacer algo realmente interesante en este medio era trabajando muy en serio. Así que me esforcé muchísimo y utilicé el color directo en una época en que todo se publicaba en blanco y negro o en color fotomecánico. Si el resultado fue bueno o no lo fue es algo que yo ignoro y realmente no me importa. Lo que sí aprendí es que si quería llegar a algo tenía que romperme el espinazo trabajando.

-El protagonista de 'American Flagg' es plenamente representativo de sus personajes: cínico, nihilista

-No estoy de acuerdo. La serie es nihilista y cínica pero no el personaje. Es un escéptico pero no es un cínico, son dos conceptos diferentes. Él vive en un mundo nihilista y es coherente con ello; puede ser corrupto pero sigue siendo un romántico realista. Yo también me considero un humanista romántico y realista.

-Pero donde sí resulta esta serie muy representativa de su trabajo es en la feroz crítica del poder establecido

-Si. Mi tendencia liberal no es ningún secreto. Creo que el mundo, y especialmente mi país, deriva cada vez más hacia la derecha por lo que 'American Flagg' es en realidad una reflexión sobre mis propios sentimientos. Fue la primera serie donde expresé figurada y literalmente mi punto de vista sobre la estructura del poder, los políticos y la manipulación de los medios.

-Casi a la vez también realizaba un trabajo muy diferente, la novela gráfica 'Time 2'

-Era una obra mucho más personal, que no fue muy bien recibida por su difícil lectura. Hablaba sobre mis relaciones y mi familia, era un concepto de ciencia-ficción muy diferente de 'American Flagg'. 'Time 2' mostraba los 80 vistos desde los años 30; todo estaba lleno de coches, trajes y armas de diseño retro y reflejaba mi afición por el cine y la música de aquellos días.

-¿Cómo desarrolló su versión actualizada de 'La Sombra'?

-La Sombra es un personaje de su época, que se canceló en 1949 cuando dejó de ser comercial y popular. Yo quise traerlo al presente pero me parecía importante no desconectarle de su pasado, por eso decidí darle un toque de inmortalidad. Lamont Cranston, el protagonista, sí es un nihilista y un cínico que está rodeado de personajes románticos como Margo Lane o Harry Vincent, a quienes traiciona ese romanticismo y su afecto por Cranston. La serie fue todo un éxito comercial pero también fue duramente criticada por quienes se aferraban al antiguo personaje, como el escritor Harlan Ellison.

-A finales de los 80 apoyó un boicot contra DC y la censura. ¿Fue 'Black Kiss' su respuesta a la hipocresía de la industria?

-Supongo que sí. Siempre quise hacer un cómic muy radical y el editor de Vortex, con quien había trabajado en la revista Heavy Metal, me había pedido una historia de este tipo. Yo ya tenía algo pensado y eso se acabó convirtiendo en 'Black Kiss'. Disponía de bastantes números para desarrollarla, así que pude tratar algunas ideas que tenía por la cabeza: vulgaridad, censura, racismo Mi vida sufrió una serie de cambios hacia 1992 y esta serie solo vino a ser el comienzo.

Para televisión

-De hecho, ¿por qué abandonó el cómic a principios de los 90?

-En 1985, cuando vivía en California, comencé a introducirme en la industria del cine y acabé trabajando para la televisión. La verdad es que mis cómics eran poco comerciales y no generaban muchos ingresos, por lo que finalmente decidí dejarlo. Así que estuve escribiendo guiones televisivos durante 14 años.

-¿Tenía algún tipo de control creativo sobre su trabajo?

-¿En televisión? ¿Estás loco? Es un proceso totalmente colaborativo, donde te sientas a trabajar en una mesa con cincuenta personas. Ahí me he encontrado con algunas de las mejores personas que conozco pero también con algunas de las peores. Estuvo bien pero hace 5 años terminé mi último trabajo en este campo y ya no quiero volver a hacer más.

-¿Por qué ha vuelto a escribir cómics y lo ha hecho en colaboración con David Tichsmann?

-Éramos amigos y sus ideas me gustaban. Trabajamos juntos en televisión y decidimos seguir haciéndolo en los cómics.

-Su reciente trabajo en el género de superhéroes no encaja demasiado en su habitual tipo de historieta, ¿no?

-En los últimos años he escrito o dibujado 'American Century', 'Challengers of the Unknown', 'Bite Club', 'Mighty Love' y 'City of Tomorrow' pero ninguno se ha vendido mucho. Parece que el lector no se interesa por conocer material nuevo. Yo estoy orgulloso de estos trabajos, especialmente de los Challengers y de 'City of Tomorrow', que son oscuros, divertidos y muy politizados, pero no acaban de encontrar su público. Así que, como soy muy pragmático, decidí variar mi aproximación al lector. He trabajado mucho para DC pero ahora lo hago para Marvel y dibujo mensualmente 'Blade'. El concepto no me interesaba demasiado pero me gusta mucho el rumbo que está tomando ahora. También he terminado de dibujar un número de 'Lobezno' y otro de 'The Punisher', escribo guiones para otros autores y estoy planeando una nueva serie de temática criminal.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes HOWARD CHAYKIN DIBUJANTE Y GUIONISTA / «Soy un humanista romántico y realista»