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TEODORO SAN JOSÉ
Viernes, 4 de mayo 2007, 13:50
El invierno, la época más fría del año, lo fue menos este año que los precedentes. No se pareció en nada a los dos anteriores. Si el de 2005 se comportó con tal crudeza que se ganó la medalla de 'el más frío de los últimos cincuenta años' por culpa de aquellas intensas olas de frío y nieve que se sucedieron entre febrero y marzo, y si el de 2006 fue calificado como 'muy frío' después de aportar el mes febrero más gélido de las tres últimas décadas, el Centro Meteorológico Territorial define a este trimestre invernal como 'muy húmedo y muy cálido'.
Según los datos que ha recabado el Meteorológico, durante el trimestre llovió en Cantabria un total de 55 días, pero de forma muy espaciada y comprimida pues al tiempo se disfrutó de largos periodos en los que no cayó una gota, como ocurrió, por ejemplo, entre el 9 y el 19 de enero o entre el 10 y el 17 de marzo.
Aunque a finales de enero se registraron fuertes heladas, a partir de comienzos de febrero desaparecen, para volver a registrarse en marzo aunque solamente en las comarcas meridionales. A lo largo del trimestre se midieron un total de 268 horas de sol, lo que le convierte en el trimestre invernal menos soleado desde 1987
ENERO
Nieve y hielo
Conforme a los datos del Centro Meteorológico, el mes de enero de 2007 fue un puro contraste. Comenzó con tiempo que define como «muy cálido y muy seco» y sirve como ejemplo que durante los primeros veinte días, en la estación meteorológica de Parayas, la temperatura media fue de 12 grados mientras que tan sólo se recogieron 3 litros por metro cuadrado.
Luego, como contraposición, entre los días 23 y 24 llovió intensamente y nevó en cotas bajas. Esas primeras nevadas dejaron un espesor de 50 centímetros en Mataporquera y hasta 60 centímetros en poblaciones como Bustamante u Otero del Monte.
Ya a finales de mes predominó en Cantabria el tiempo anticiclónico, lo que se tradujo en cielos despejados y fuertes heladas nocturnas.
Sobre este capítulo de bajas temperaturas destacaron las cifras del día 29, en el que el termómetro descendió hasta los -15 grados que se midieron en Nestares, los -11 grados en la localidad de Enterrías o los -10 grados de Mataporquera y Villacarriedo.
FEBRERO
Uno de los más cálidos
Pero el frío final de enero no fue un presagio de lo que podía traer febrero. Por el contrario, desaparecen las heladas y suben las temperaturas. Como muestra, la máxima nocturna nacional registrada en Santander el día 13 debido al viento sur, pero un brusco role a componente oeste trajo un vendaval con episodios de viento entre 130 y 135 kilómetros por hora en Santander. Durante todo el mes de febrero Cantabria disfrutó de de unas temperaturas primaverales, con precipitaciones que estuvieron dentro de los valores normales.
En el observatorio de Parayas la temperatura media durante este mes fue de 12,2 grados, un valor propio de mediados de abril y nada menos que 2,3 grados por encima del valor medio del periodo 1971-2000 para este mes, de tal manera que, según los registros del Centro Meteorológico, este febrero ha sido el tercero más cálido de la serie de Parayas tras los de 1990 y 1966 y 4,6 grados superior al del pasado año.
MARZO
Ventoso y húmedo
Comenzó marzo con tiempo plenamente primaveral: cielos poco nubosos y temperaturas máximas en torno a los 20 grados.
El día 7 una profunda borrasca cruzó el Cantábrico con fuertes vientos del oeste que superaron los 100 kilómetros por hora y alcanzaron por la tarde en Santander rachas de hasta 140 kilómetros por hora (135 en Torrelavega y 126 en San Vicente de la Barquera). Tras ella una descarga de aire frío del norte produjo tormentas, granizo e intensas lluvias, destacando los 90 litros por metros cuadrado recogidos en Terán.
Entre los días 10 y 17 el tiempo fue seco y soleado, pero a partir del día 19 y hasta el sábado 24 la irrupción de un temporal del norte dio lugar a vientos muy fuertes, constantes granizadas, nieve a 300 metros, tormentas, e intensas precipitaciones. Las nevadas caídas en la cordillera dieron un poco más de vida a Alto Campoo, que pudo reabrir sus puertas y alargar un par de semanas la temporada. Marzo fue un mes muy lluvioso, el más lluvioso desde hace más de 30 años, destacando los 499 litros por metro cuadrado recogidos en Sarapudial.
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