Gina Calderón Quintana falleció estrangulada

La mujer asesinada el domingo por su compañero sentimental en la casa de ambos en Carrejo -Gina Calderón Quintana, de 42 años y origen colombiano- murió estrangulada y no producto de las heridas que el homicida la causó con un cuchillo, según revelaron ayer fuentes de la investigación tras conocer los resultados de la autopsia.

Se desvela, así, uno de los misterios que todavía envolvían a esta muerte habida cuenta de que ni el presunto homicida -que dijo no recordar «nada»- ni los guardias civiles asignados al caso -que querían esperar a los resultados del informe- tenían demasiado claro.

Según el informe de la autopsia, las heridas por arma blanca que la mujer presentaba en distintas partes del cuerpo eran superficiales, en algunos casos, y poco profundas, en otros, pero en ningún caso lo suficientemente graves como para causar la muerte a la mujer.

Es decir, que ni falleció acuchillada a pesar de haberlo sido, ni golpeada a pesar de haberlo sido también (presentaba una fuerte contusión en la cabeza producida con un objeto contundente) sino estrangulada.

Prisión sin fianza

Además de trascender los resultados de la autopsia, ayer también se supo que el Juzgado de Instrucción número 5 de Torrelavega ha ordenado el ingreso en prisión sin fianza para el presunto asesino -Javier López, de 35 años y vecino de Carrejo- que compareció ante la juez encargada de instruir los casos de violencia sexista en su partido judicial.

El asesinato de Gina mantiene conmocionada a Cantabria, en especial y a Cabezón de la Sal en particular.