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J. L. SARDINA
Martes, 15 de mayo 2007, 10:23
La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte ha invertido 750.000 euros en dotar a Valderredible de un museo de sitio. Hace unos días se inauguraba en Santa María de Valverde el Centro de interpretación del rupestre.
El centro se propone introducir al visitante en todo tipo de manifestación artística plasmada en las paredes rocosas, generalmente en el interior de cuevas, grutas, cavernas o abrigos. Esta arquitectura legó un buen número de iglesias, de las cuáles hay cuatro catalogadas en este municipio valluco, que ordenadas siguiendo la ruta del Oeste, son: Santa María de Valverde, conocida como 'la catedral de las rupestres', Campo de Ebro, Cadalso y Arroyuelos.
El proyecto expositivo y el planteamiento museográfico han sido elaborados por la Consejería de Cultura, a través del director del
Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Pedro Ángel Fernández, que además es director de la Domus de Julióbriga, centro de interpretación del románico en Villacantid, y ahora, de este centro del rupestre.
Historia
Comúnmente se ha escrito que este arte procede de la época de repoblación, los siglos VIII y IX, como parte del avance cristiano hacia el sur durante la Reconquista. Sin embargo, los expertos mantienen que también podría ser anterior, de fines del siglo VI y comienzo del VII, etapa que coincide con la predicación de San Millán en la zona.
Esta teoría vincula a San Millán con las iglesias rupestres de Valderredible, y ha sido recogido en un libro escrito por un profesor de la Universidad de Tennesse. A partir de estos contenidos históricos y patrimoniales se han concebido los conceptos del centro, que son introducidos al visitante por un personaje especial que hace de cicerone a lo largo del recorrido.
Guía
Se trata de un eremita un tanto huraño, pero locuaz, que explica cómo evolucionaron las creencias en el territorio cántabro desde tiempos antiguos, a partir de los ídolos de la Edad de Bronce hallados en la zona, para revisar luego las etapas cántabra y romana a través de estelas, aras y estatuillas reproducidas de los originales que se muestran en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, y continuar el recorrido por el momento de cristianización y las dominaciones visigoda y musulmana, sin olvidar la fulgurante figura religiosa del Beato de Liébana.
Espacios
Este espacio denominado Creencias cuenta con cuatro salas tematizadas con paredes de piedra arenisca y ambientadas como una cueva rupestre, una celda de anacoreta, una sala mozárabe y un altar de ermita rupestre. Se trata del espacio más complejo.
Otros dos espacios, denominados Necrópolis y Arquitectura Rupestre completan la visita al centro. El primero de ellos recrea un aspecto indisociable de las iglesias rupestres de la zona: los camposantos de tumbas excavadas en roca y de enterramientos de lajas. Se han recreado en un espacio interior las tumbas en roca y en un pequeño jardín las tumbas de fosa y de lajas.
El visitante conocerá así las prácticas funerarias de la época y, a través de interactivos de pantalla táctil, observará cómo los antropólogos físicos averiguan con métodos forenses el sexo o la edad aproximada de un individuo a partir de sus huesos.
El espacio Arquitectura Rupestre se consagra a la difusión de este tipo de patrimonio y a fomentar la visita posterior al mismo, a
través de paneles informativos de gran formato y de un ámbito de proyección concebido a modo de auditorio para treinta personas provisto de tres pantallas sincronizadas. Tiene un planteamiento envolvente para sumergir al visitante en el mundo rupestre mediante imagen filmada en alta definición. Se completan los contenidos de esta sala con cuatro atriles interactivos para verificación y fijación en el visitante de los conceptos más relevantes presentados durante el recorrido.
El centro se completa con un espacio central polivalente que permite un aforo de cuarenta personas y que estará dotado con gráfica de paisaje del Ebro. Este espacio dispondrá de bancos y mesas abatibles, permitiendo realizar talleres para grupos y atender al público familiar en fines de semana mediante actividades de dinamización.
Red de centros
Desde la dirección de centro se ha explicado también que se persigue, además, atraer a visitantes a través de la conexión con otros centros culturales de la Consejería -cuevas, museos y red de centros de interpretación-, que permitan derivar los flujos de turistas también hacia este centro. De modo más directo, para su
funcionamiento y gestión, se enmarcará en la red de centros que ya forman la Domus de Julióbriga, el Arqueo sitio de Camesa (Valdeolea) y el Centro de Interpretación del Románico en Villacantid, y cuya gestión se adscribe al Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.
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