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Canciones con historia
De Marcha - Música

Canciones con historia

Desde la cruda historia de 'Hurricane' Carter hasta el Domingo Sangriento de Derry, la música ha inmortalizado sucesos más o menos traumáticos pero que al fin y al cabo pasaron bien a los libros de Historia bien al imaginario popular. La psicópata de 'I don't like Mondays' convive en los MP3 con el lamento de Eric Clapton por la muerte de su hijo, la masacre de Derry, la de Vitoria, la fuga del Dioni o los sucesos del 87 en Reinosa.

ASER FALAGÁN

Viernes, 18 de mayo 2007, 05:00

No me gustan los lunes». ¿Y a quién sí, criatura?, debió pensar el inspector de San Diego encargado de interrogar a Brenda Ann Spencer, que a sus dulces 16 añitos se había apostado pocas horas antes en la ventana para estrenar el rifle que le había regalado papi. La diana, los niños de la escuela de enfrente y sus profesores. Dos de ellos murieron en su intento por poner a salvo a los alumnos. Otros ocho niños y un policía resultaron heridos. Era el 29 de junio de 1979 y la noticia llegó a oídos de Bob Geldof, líder de The Boomtown Rats, quien creó la ya mítica 'I don't like Mondays'. La canción fue un éxito absoluto ese mismo año en el Reino Unido y toda Europa, aunque no tanto en unos EE UU aún consternados por el suceso, en los que las radiofórmulas se negaron a promocionarla. Por su parte, la pizpireta sociópata de los «sweet sexteen» todavía cumple condena.

El caso es que 'I don't like Mondays' se ha convertido en el paradigma de un selecto grupo de canciones que han conseguido intrincarse en el imaginario colectivo gracias a la consabida coletilla 'basado en hechos reales'.

En una imaginaria clasificación sólo podría arrebatarle el título 'Hurricane', que además de un ho-menaje es una auténtica acta notarial en la que Bob Dylan denuncia el racismo subyacente en la sociedad estadounidense de los años sesenta, que llevó al entonces aspirante al título mundial de los pesos medios, Rubin 'Hurricane' Carter a pasar casi cuatro lustros en prisión por asesinar junto a John Artis a tres hombres blancos en un bar de Nueva Jersey, un crimen que nunca cometió. Cuando Dylan incluyó 'Hurricane' en su álbum 'Desire', de 1976, diez años después del triple asesinato, Carter seguía en la cárcel, y tuvo que esperar otros nueve para que se limpiara su nombre, aunque nunca le devolvieron el tiempo perdido.

La eterna Irlanda

En la terna más significativa no puede faltar 'Sunday, Bloody Sunday', que Bono convirtió a la vez en himno de U2 y alegato de paz en Irlanda del Norte, que rememora el 12 de enero de 1972, una fecha que pasó a la historia como el 'Domingo Sangriento'. Una masiva manifestación en Derry contra el encarcelamiento sin juicio previo de decenas de irlandeses so pretexto de estar vinculados al IRA terminó en masacre cuando el Ejército británico respondió con fuego real a las piedras lanzadas por algunos irlandeses. El resultado, trece muertos que a los pocos días se convirtieron en catorce y una treintena de heridos. El suceso caló hondo no sólo en la sociedad irlandesa, sino en todo el Reino Unido, y contribuyó a enquistar todavía más la situación en el Ulster y fortalecer al IRA, en aquel momento aún muy débil.

Lo que no tuvo la mítica banda fue mucha imaginación para elegir el título. Ya antes, en 1972, John Lennon dedicó a la masacre de Derry un tema con el mismo título en el álbum 'Some Time in New York City', todo un repaso a la actualidad política americana del momento, con temas dedicados a la líder de las Panteras Negras y del Partido Co-munista de EE UU, Angela Davis; a los sucesos penitenciarios en 'Attica State' y 'Born in a Prission'; al poeta y dirigente del Partido de las Panteras Blancas John Sinclair...

Su colega o ex colega Paul Mc Cartney también abordó el asunto irlandés en 'Give Ireland Back to the Irish', prohibida por la BBC y compuesta meses antes que la de su ex compañero en los Beatles. Los de Liverpool escribieron 'Lucy in the sky with diamonds' que más allá de interpretaciones sobre los viajes del LSD se basa en un dibujo del hijo mayor de Lennon, Julian, que pintó exactamente eso, a «Lucy in the sky with diamonds'.

Recuerdos traumáticos

En un movimiento que trasciende géneros y fronteras, los sucesos más vergonzantes de la historia reciente de la mayoría de los países han quedado impresos en el imaginario colectivo a través de las voces de sus cantantes. Desde Viglietti a Llach; desde Bono a Springsteen.

En septiembre de 1984 Daniel Viglietti, recién regresado del exilio, grababa en directo en el estadio Luis Franzini de Montevideo 'Por ellos canto', un homenaje a los desaparecidos en todo el Cono Sur víctimas de las dictaduras militares. «Dicen que no están muertos; Escúchalos, escucha; mientras se alza la voz; que los recuerda y canta», dice en 'Otra voz canta', que firma con Circe Maia.

Quien se negó a escuchar ni una sola estrofa más fue la policía de Nueva York, que en 2001 se empeñó si éxito en boicotear el paso por su ciudad de la gira 'American Skin', de Bruce Springsteen. El pecado del 'Jefe' tenía una medida exacta: '41 shots', los 41 disparos con que la policía neoyorquina acribilló a un joven negro so pretexto de que estaba armado. En realidad, lo que tenía en la mano era su cartera para identificarse, y nadie comprendió cómo fueron necesarios ni más ni menos que 41 disparos para neutralizar a un hombre armado con una cartera. Los agentes no encajaron bien las críticas y se negaron a encargarse de la seguridad si sonaban los polémicos '41 shots', de modo que el 'Boss' optó por contratar seguridad privada.

Ya en España, el 3 de marzo de 1976 otros policías demostraron no haber asimilado en absoluto que la dictadura franquista había terminado. La Policía Armada no dudó en tirotear la iglesia vitoriana en la que se habían refugiado cientos de obreros después de las duras cargas con las que terminaron más de dos meses de huelga y barricadas en la ciudad. El resultado, cinco muertos y 120 heridos de bala en lo que fue conocido como la 'Masacre de Vitoria'. Un año después, Lluis Llach les dedicó sus 'Campanades a morts'.

Epitafios...

La muerte es sin duda el accidente que más canciones ha provocado, algunas tan desgarradoras como 'Tears in Heaven', ya un auténtico clásico con el que Eric Clapton homenajeó a su hijo Connor, fallecido a los cuatro años tras caerse por la ventana del apartamento que 'mano lenta' tenía en Nueva York. Un año después, en 1992, apareció el 'Unplugged' de Clapton con un 'Tears in Heaven' que, paradójicamente, relanzó su carrera.

Otra canción grabada en la me-moria, en este caso ibérica, es el 'Marinero de luces' que Isabel Pantoja dedicó a su marido un año después de su muerte. La pareja española por excelencia, la de la folclórica y el torero más carismático del momento, se rompió el 26 de septiembre de 1984, cuando 'Avispado' terminó con la vida de Paquirri en la plaza de Pozoblanco. Un año después, la que llegó a ser la 'viuda de España' recordaba a Francisco Rivera en una de las coplas más recordadas del siglo.

...estrellas mediáticas...

Mucho antes, el 3 de febrero de 1959, la música había muerto. Al menos eso cantaba Don McLean en 'American Pie', que rememora la muerte de tres jovencísimos iconos del primigenio rock estadounidense: Buddy Holly -22 años-, Ritchie Valens -que con sólo 17 ya se había consagrado gracias a 'La bamba'- y J. P. Richardson. Los tres formaban parte de la 'Winter Dance Party', una ambiciosa gira por el medio oeste que reunía a muchas de las estrellas del rock del momento, pero la avioneta que les trasladaba tras su último concierto, dirigida por un piloto inexperto, se estrelló contra el suelo de Iowa pocos kilómetros después de despegar. 'American Pie' se convirtió en una figura recurrente de la cultura popular americana con la que se ha atrevido hasta Madonna.

No viajaba en avión, sino en coche, Diana de Gales, que tras empotrarse en 1997 contra un muro en un túnel de París junto a novio, Mohamed Al Fayed, tuvo su canción póstuma ese mismo año gracias al 'Candle in the wind' que le dedicó Elton John, un tema inspirado inicialmente en Marilyn Monroe y que hizo a más de un malintencionado pensar que el británico se había especializado en rubias muertas.

El 'Too much love will kill you' que el guitarrista de Queen, Brian May, compuso al líder de la banda, Freddie Mercury, poco antes de su muerte constituye uno de los casos más particulares. Aunque el primero en publicarla fue May en 1992, el propio Mercury la había grabado en 1991, pocos meses antes de su muerte. Así, en 'Made in Heaven', el álbum póstumo de la banda británica, publicado en 1995, se puede escuchar a Mercury cantando su propio epitafio.

Otra estrella mediática, esta procedente de la televisión, recibió el homenaje de los más sofisticado: REM, que en su 'Man on the Moon' (1991) narran con profusión de detalles la vida (y muerte de cáncer) del cómico Andy Kauffman, que saltó a la popularidad en la serie 'Taxi'.

Y en un género completamente distinto, Pablo Escobar ha protagonizado multitud de narcocorridos, género prohibido en algunos estados mexicanos y que daría por sí solo para una auténtica monografía y que ha servido una y otra vez para narrar la vida, 'hazañas' y muerte del narcotraficante que tuvo en jaque a todo un país hasta morir acribillado en un enfrentamiento con la policía colombiana, que lo había sitiado en un apartamento tras una búsqueda de meses.

... y estrellados

En tono menor, pero con muchas ganas de juerga, Joaquín Sabina narró con pelos y señales el robo y fuga más cañí que conoció la picaresca patria. 'Con un par' (1990) relata la espantada del Dioni con el furgón, su fuga a Brasil y su regreso a España con esposas y nariz nueva. Un tema tan canalla como el que Boney M dedicó al Lute, aunque la loca banda de Bobby Farrel tampoco se exprimió demasiado las neuronas a la hora de titular, para lo que eligió un lacónico 'Lute'.

Otro para el que no corren buenos tiempos es Diego Armando Maradona, quien entre las innumerables canciones que le han dedicado cuenta con 'La mano de Dios', una pormenorizada semblanza de su vida, carrera y personaje que el 'Potro' Rodrigo cantó ante el Pelusa justo antes de morir en 2000 en un accidente de tráfico.

Un poco de historia...

El 25 de abril de 1974 los militares portugueses, pertrechados con fusiles coronados por claveles, terminaban con 50 años de salazarismo que había sobrevivido incluso a Salazar en la que pasó a la historia como la 'Revolución de los Claveles'. Diez años antes, Zeca Afonso había compuesto 'Grândola, vila morena' como homenaje a la Sociedade Musical Fraternidade Operária Grandolense, donde había actuado el 17 de mayo de 1964. La canción, dedicada a un movimiento real, se convirtió también en símbolo al servir de contraseña para dar comienzo a la revolución que llevó la democracia a Portugal. Cuando poco antes de las doce y media de la noche Rádio Renascença lanzó a las ondas el 'Grândola', las tropas se levantaron. Por cierto, que a esta misma revolución le dedicó Lluis Llach su 'Abril del 74' al mismo tiempo que Luis Eduardo Aute protestaba contra el Proceso de Burgos en 'Al alba', alegato contra la pena de muerte.

Sin salir de la península, pero ya en España, una canción llamada 'Chatty Chatty', compuesta por Frederick 'Toots' Hibbert y 'popularizada' -si se puede decir así- por los jamaicanos Toots and the Maytals, había llegado a los oídos de Fermín Muguruza, quizá uno de los pocos afortunados que la conocían más allá de la isla del reggae y el ska. El entonces líder de Kortatu se sirvió de su música para convertirla en 1985 en 'Sarri Sarri', que narra una de las fugas más espectaculares, controvertidas y asombrosas de la historia española: el 7 de julio de ese mismo año los etarras Iñaki Pikabea 'Piti' y Joseba Sarrionaindia 'Sarri' se escaparon de la prisión de Martutene escondidos en el interior de dos altavoces tras un concierto de Imanol.

Al otro lado del Atlántico, Silvio Rodríguez dedicó su 'Playa Girón' a uno de los desastres más sonados de la historia de las invasiones: la de la Bahía de Cochinos, un desembarco con el que el exilio cubano pretendía recuperar la isla en un delirante plan apoyado por Estados Unidos que fracasó casi antes de comenzar. Las tropas anticastristas entraron en Cuba el 17 de abril a través de Playa Girón y Playa Larga. En total, 1.200 hombres sin apoyo aéreo (salvo el poco efectivo bombardeo de tres aeropuertos militares de la zona dos días antes) que el Ejército cubano tardó 72 horas en desalojar de la isla. En esa misma época, Pete Seeger entonaba un airado 'Bring'em Home' para exigir al Gobierno estadounidense que abandonara Vietnam, un grito que tuvo que convertirse en clamor para que definitivamente Richard Nixon decidiera retirar las tropas en el más sonoro fracaso de la imperialista política exterior estadounidense.

...de Cantabria

Cualquier cántabro de más de 30 años, e incluso más joven, recuerda marzo de 1987. Y para quien no, los reinosanos La Fuga se han encargado de recordarlo con su 'Primavera del 87', cuando los trabajadores de Forjas y Aceros de Reinosa y otras fábricas de la capital campurriana, que se venían abajo en la mal llamada reconversión industrial, lucharon por sus puestos de trabajo en una sangrienta huelga.

El 4 de marzo se presentaba el expediente de despido y una semana más tarde el entonces presidente de Forjas y Aceros, Enrique An-tolín, abandonaba su cargo para ocupar la Consejería de Obras Públicas del Gobierno vasco. El 11 de marzo los trabajadores retuvieron a Antolín en su último día en la empresa con el objetivo de retrasar la jura de su cargo para reclamar así la atención sobre su agónico problema.

Los 300 antidisturbios que asaltaron al día siguiente con gran violencia la factoría para liberar a Antolín fueron pocos para un pueblo casi en estado de guerra, y los reinosanos desarmaron y obligaron a rendirse a la Benemérita en un episodio que se saldó con más de 100 heridos, muchos de ellos graves, y un muerto: Gonzalo Ruiz. Antes de la declaración de principios de La Fuga, un entonces pseudopunk y hoy indefinible Ramoncín ya había dejado constancia de los hechos en 'Forjas y aceros', aunque demostró no tener demasiada idea de lo que iba el asunto cuando se lanzó a lanzar proclamas en euskera. Pero eso ya es otra historia.

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