RESTAURANTE 'MESÓN LEONÉS', SANTANDER / Cocina casera y sabrosa

Si a uno le gusta la cocina sencilla, casera, y por supuesto bien elaborada y con productos dignos, no puede dejar de visitar este céntrico Mesón, ubicado en la calle Nicolás Salmerón. El servicio es sencillo, de trato familiar pero totalmente adecuado que corre a cargo de Marta Madrid.

La comida

Dado el nombre del establecimiento, como es lógico, la comida tiene un marcado acento leones y elaboran algunas de sus más típicas especialidades gastronómicas, como son el botillo berciano, de encargo, o el cocido maragato, ambas preparaciones realmente buenas, bien ejecutadas. También hacen guiños a la cocina tradicional de Cantabria, consiguiendo desarrollar algunas recetas lo suficientemente buenas como para estar aquí tan ricas como en cualquiera de los buenos restaurantes clásicos de Santander. En total en la carta tienen más de 70 platos, más los postres y el menú del día .

De entre los primeros platos caben destacar todos los embutidos, tanto la cecina de Astorga y el jamón ibérico, como el morcón y el chorizo casero de Villamanín, excelentes ejemplos de buen embutido. Las albóndigas guisadas, no les defraudarán y el picadillo de cerdo está bastante bueno, aunque yo se lo recomiendo con un par de huevos fritos y patatas, es el acompañamiento perfecto para un rico picadillo. Otro plato que realmente esta estupendo es el revuelto de morcilla fresca con patata pochada, si les gusta la morcilla no se lo pierdan. Y si lo que prefieren es comer con la cuchara no dejen de probar las alubias blancas con santiaguiños y almejas están bastante buenas, a la par que suaves y fáciles de digerir, no se hacen nada pesadas. Otra buena opción para calentar motores es una buena sopa de ajo. En pescados también tienen una variada oferta, aunque no son su especialidad y suelen trabajar con peces de crianza, cosa que advierten y de ahí su precio tan comedido. En carnes son bastante buenos los pimientos rellenos, al estilo tradicional. Tampoco faltan los clásicos como el chuletón o el solomillo. Aunque el plato que más fama tiene en esta casa es el Botillo Berciano, servido con sus patatas cocidas y su verdura, realmente está exquisito. Para quienes no lo sepan el Botillo no es más que los huesos de la cabeza, costillar y rabo del cerdo, con la carne que hay adherida a estos, adobada con sal, ajo, pimentón y orégano, metida toda dentro de una tripa de cerdo y posteriormente curado y ligeramente ahumado.

Los postres son en su mayoría caseros, déjense asesorar, no les defraudarán.