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Marcelino (en el centro), Zinho (izquierda) y Mauri, desolados en el vestuario tras el descenso a Segunda División B. / M. BUSTAMANTE
Racing-Betis, el partido del morbo
FINAL DE LIGA

Racing-Betis, el partido del morbo

El cuadro santanderino tiene este domingo la oportunidad de vengarse del conjunto sevillano, que, en la campaña 1989-90 y primado por el Éibar, lo envió a la Segunda División B

A. S.

Martes, 12 de junio 2007, 10:23

¿Quién lo iba a decir! Diecisiete años después, el Racing tiene la ocasión de vengarse deportivamente del Betis, que en la campaña 1989-90 envió al conjunto cántabro a Segunda División B.

Ocurrió en la última jornada del campeonato. El Betis se presentaba en El Sardinero después de haber logrado matemáticamente el ascenso a Primera División. Al Racing tan sólo le hacía falta un punto para lograr la permanencia en la categoría de plata.

Una única carambola ponía en riesgo la continuidad del conjunto santanderino en la Segunda División: que perdiera ante el Betis y que el Eibar ganara al Espanyol en Sarriá -enfrascado en la lucha por una plaza en la promoción de ascenso, pero interesado en no sumar ningún punto para enfrentarse en la eliminatoria al Málaga y evitar así al Tenerife-.

Y la carambola se produjo. El Betis, que llegó a El Sardinero primado por el Eibar, derrotó al Racing de Pachín por 1-3, mientras el Eibar ganaba en Sarriá 2-3. De esa forma, el Racing descendió a Segunda División B y fue el Eibar el que se salvó. Las crónicas de entonces desvelan que cada jugador del Betis recibió como prima del Eibar una escopeta de caza por su victoria en Santander.

Los dos goles de Chano y uno de Mel (Pedrazzi marcó el único tanto del Racing) llevaron al conjunto santanderino a la última plaza de descenso a Segunda División B. Jugadores, técnico (Pachín) y presidente (Emilio Bolado) fueron increpados por la afición cántabra en una de las historias más triste de la entidad.

Curiosamente, el Racing tiene ahora ante sí la oportunidad de vengarse deportivamente del conjunto andaluz. Una circunstancia que algunos aficionados racinguistas ya se han encargado de recordar a través de diversas páginas de internet, quienes además tampoco olvidan el 'caso Sobis' y el conflicto desatado entre las directivas andaluza y cántabra por hacerse con los servicios del delantero brasileño. Manuel Ruiz de Lopera, con dinero 'fresco' tras el traspaso de Joaquín al Valencia, logró hacerse con el delantero carioca tras incrementar considerablemente la oferta realizada por Francisco Pernía. El Racing vio como se quedaba sin el jugador a última hora por la intromisión del Betis.

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