Gilbert, un concursante de 'Allá tú', de Telecinco, gana 600.000 euros

Gilbert, un tarraconense de 35 años, es el ganador del premio más alto entregado por el concurso de Telecinco 'Allá tú', 600.000 euros, aunque tendrá que entregar la mitad del jugoso total con el espectador que competía desde su casa. Aún así se lleva una abultada suma con la que dará un empujón a la apertura de un hotel rural. Y el azar o los caprichos de la fortuna han beneficiado a este treintañero, animador infantil de profesión, que sabía de la capacidad masiva de la televisión y sólo buscaba publicidad para su trabajo.

Gilbert asegura que el público infantil es el más difícil porque son muy sinceros «y si no les gusta lo que hago, sencillamente se van». Se define como un autodidacta que probó sin suerte a fabricar artesanía de cuero antes de volcarse en el público infantil. Los niños han sido especiales seguidores de la aventura televisiva de este catalán, atentos a su evolución en el programa, aunque se fijaban más en la pura presencia del animador en la tele que en saber si ganaba o no dinero. Y es que los chicos se le dan bien a Gilbert por su alegre carácter. «A mí dame doscientos niños en vez de veinte adultos, que son más fríos», dice.

No cambió de caja

'Allá tú' no es el único concurso al que se ha presentado. Intervino en el catalán 'Amor, tienes que tener vista' y en la selección de candidatos de 'Alta tensión' (Cuatro). «La televisión es importante, y en mi profesión más, y ya que no me contratan como animador, pues yo me apunto a lo que sea». Su finalidad tampoco está muy alejada de los que buscan ese minuto de gloria. Reconoce que le hace ilusión ver en la pantalla a alguien que conoce «por lo que a los demás les pasará lo mismo conmigo ya que la televisión es un mundo muy cerrado y no es fácil salir en el medio». Además, tiene claro que «la televisión es publicidad para mi trabajo».

Jesús Vázquez declaró que sólo un loco puede alcanzar ese gran premio del programa, y ve ese gramo de locura en la personalidad de Gilbert. «Un poco excéntrico sí soy, aunque yo digo siempre que no estoy loco sino que me siento diferente», alega el concursante. Ganó, según cree, porque no estaba pensando en dinero. «En el momento en que yo levanté la tapa lo único que me pasó por la mente es que Jesús se iba de vacaciones. Él me había dicho 'levanta la tapa y saca el dinero que nos vamos todos a veranear. Y así lo hice», recuerda.

El conductor del concurso le había ofrecido previamente 240.000 euros si abandonaba el programa, pero el concursante rechazó esta suculenta alternativa. «Yo cambié el chip. Si hubiera concursado por el dinero habría aceptado la oferta. Pero yo había conseguido ya mi objetivo: que la gente supiera a qué me dedico».

Uno de los destinos del dinero ganado será poner en marcha una casa de turismo rural, cuyas obras se detuvieron por distintos problemas. Y después, ya se verá. Le gustaría abrir un centro con talleres de manualidades, de magia y decoración con globos.

No ve mucho la televisión, «aunque si está encendida, me engancho». Le gustan los dibujos animados «de antes», como Tom y Jerry o el Pato Lucas. Y ahora sólo ve algunas películas «aunque tienen mucha publicidad». Y sostiene que seguirá presentándose a concursos tras su triunfante experiencia.

De Jesús Vázquez se lleva el mejor de los recuerdos. «Es, sobre todo, una persona de los pies a la cabeza», que siempre estuvo dispuesto a tranquilizarle en los momentos de nervios. «Me ayudó que no me ofreciera el cambio de caja», recuerda. Si lo hubiera hecho -la otra contenía 1.500 euros- no hubiera salido del plató con 600.000 euros bajo el brazo.