Capturado en un tiroteo en la calle Castilla un individuo que había atracado dos bancos

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía capturaron el jueves al presunto autor de los atracos perpetrados ese mismo día en dos entidades bancarias de Santander -dos oficinas de Caja Cantabria- en el transcurso de un tiroteo producido en plena calle Castilla en el que el sospechoso realizó tres disparos fallidos y uno de los policías que le perseguían otro certero que alcanzó al delincuente en una pierna.

Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía, el tiroteo se produjo antes de medianoche. Apenas algunos minutos antes, un ciudadano llamó al 091 diciendo que había visto a un individuo junto a un coche en una actitud que a él le estaba resultando un tanto sospechosa.

Al parecer, el sospechoso entró en dirección contraria por la calle Capitán Palacios -en obras- metió una rueda del coche en una zanja y, ante la imposibilidad de sacarlo de allí, se bajó, buscó en el maletero y se fue a pie por la calle Castilla en dirección a la ciudad.

Olga Mena, una vecina de la zona que se disponía a salir a pasear al perro, lo vio desde el portal del número 87 de la calle Castilla. Y Óscar Sagarna, un conductor que se había detenido a dejar a unos niños en sus casas tras disfrutar de una merienda, lo vio desde la gasolinera que linda con la calle Capitán Palacios.

«Cuando abrí la puerta del portal oí un disparo. Bueno, ya sabes, podía ser un petardo o algo así, pero, la verdad, sonó como metálico. No parecía un petardo. Luego ví pasar a un individuo corriendo y, nada, unos segundos después, a dos policías. Escuché más disparos, tres o cuatro más. El chico se metió por un callejón que hay en la calle Columna Sagardía y ya ahí se tiró al suelo y los policías le esposaron».

«Las balas rebotaban»

Lo que Olga cuenta es lo mismo que vio, pero desde otro ángulo, Óscar: «No soy vecino de la calle, sólo fui a dejar a unos niños a los que habíamos llevado a merendar. Estábamos parados en la gasolinera y pasó por delante nuestro un chico de mal aspecto que iba con una bolsa. Parecía que le pesaba, porque le costaba caminar. Se metió en la gasolinera, a continuación llegaron dos policías que parecían estar buscando algo y cuando él giró la cabeza y les vio salió corriendo», cuenta Óscar, que segundos después presenció un tiroteo: «El chico echó a correr y se puso a disparar. Yo le dije a los niños que se agacharan porque estaba viendo que las balas rebotaban y nos podían alcanzar a cualquiera. Luego, entró en un callejón que hay en la calle Columna Sagardía, un policía le disparó y yo decidí montar en el coche y salir de allí como un obús. Estaba acojonado».

Olga y Óscar narraron, así, un suceso que la Jefatura Superior de Policía completó ayer con algunos otros detalles.

Según parece, los dos policías, agentes de la brigada de Seguridad Ciudadana, se presentaron en el lugar con la idea de que estaban frente a un ladrón de coches y al iniciar el individuo el tiroteo, uno de los dos desenfundó su arma reglamentaria y le disparó en una zona 'no vital' -la pierna- tal y como ordenan las normas policiales, haciéndole caer herido al suelo.

Evacuado al Hospital Valdecilla, donde le fue apreciada una herida que no revestía gravedad, el sospechoso fue identificado como la persona que por la mañana había perpetrado dos atracos a mano armada en las sucursales de Caja Cantabria en las calles Cisneros y General Mola de las que se llevó unos 20.000 euros.