Aceptada la propuesta de Zapatero de llamar Alto Representante al ministro de Exteriores de la UE

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer al resto de líderes de la UE que el ministro de Asuntos Exteriores comunitario se denomine finalmente Alto Representante de la Unión Europea y que mantenga las funciones que le atribuía el Tratado constitucional. La propuesta, ante la que el Reino Unido se mostraba reticente por considerar que dotaría de más atribuciones a esta figura y disminuiría su margen nacional de decisión, fue aceptada puesto que lo único que cambiará es el nombre.Las competencias de ese nuevo cargo permanecen inalteradas: presidirá el Consejo de ministros de Asuntos Exteriores y, en tanto que vicepresidente de la Comisión europea, integrará las funciones de política exterior del Ejecutivo comunitario, que actualmente recaen en Benita Ferrero-Waldner, y que comprenden las importantes partidas de ayuda al Desarrollo.

El Alto Representante de la UE dirigirá a su vez el Servicio Exterior, que Solana viene poniendo a punto estos últimos años.

Zapatero hizo esa propuesta en el almuerzo que mantuvieron los jefes de Estado y de Gobierno de la UE durante el Consejo Europeo de Bruselas para cerrar un acuerdo sobre el futuro Tratado comunitario y, según fuentes españolas, nadie se opuso a la iniciativa.

El Ejecutivo español destacó que, de esta forma, se podría lograr el consenso en torno a una figura que rechazaba el Reino Unido al considerar que le restaría competencias.

El presidente de la Comisión Europea, José Durao Barroso, destacó que el acuerdo alcanzado supone que el cargo no se denomine ministro de Exteriores, pero mantendrá las competencias que se le habían asignado en un principio. A su juicio, es «importante» que este cargo incluya las funciones de vicepresidente del Ejecutivo comunitario para unir la «tradicional dimensión diplomática intergubernamental y las competencias comunitarias».