La vaca Tula y el delantero Smolarek, las dos nuevas estrellas del club

Si lo que se pretendía era dar una bienvenida multitudinaria al equipo a Smolarek, se consiguió. Aprovechando la primera aparición de la que será a partir de ahora la mascota del club, la vaca Tula, el Racing 'tendió una emboscada' a los medios, forzando su presencia en el centro comercial Bahía de Santander con la presentación del delantero polaco.

Todo tiene sus riesgos, y el presidente, Francisco Pernía, los asumió. Un viernes por la tarde y sin día de playa aseguraba un montón de público en El Corte Inglés, aparte de los interesados que acudiesen al reclamo de la llamada de los colores verdiblancos. Claro que, entre tanta gente, también se le coló algún aficionado descontento que no dudó en pedir al máximo responsable del Racing, sucesivamente, «un equipo de Primera División», «un portero» y, ya puestos, incluso su dimisión.

Un delantero deseado

Pernía presentó a Smolarek como «uno de los futbolistas más deseados» y que «se ajusta a las necesidades y demandas de Marcelino». Incluso apuntó la posibilidad de que, si el míster quiere', juegue el domingo contra el Barcelona, ya que consideró probable que su documentación llegue a tiempo. El polaco, por su parte, aseguró estar «deseando jugar y listo para hacerlo».

La vaca Tula restó protagonismo al polaco ante un público mayoritariamente infantil. Según explicó el responsable de prensa del Racing, Alberto Aparicio, la llegada de la mascota al club es mérito exclusivo de su consejero más conocido, José Campos.

y una vaca redimida

Más o menos con estas palabras, Aparicio relató cómo el consejero, en una de sus visitas al interior de la región, se topó con un animal que estaba muy triste: la vaca en cuestión. Campos no dudó en preguntar a la astada a qué se debía ese estado de ánimo, a lo que respondió que ella era racinguista, pero que su dueño no accedía a llevarla a los Campos de Sport. El responsable de las relaciones públicas del Racing encontró la mejor solución: convertir a la vaca, Tula, en mascota del equipo y de ese modo asegurar su asistencia a los partidos.

La idea fue muy bien acogida por los niños presentes en el centro comercial, que jalearon al rumiante en su puesta de largo y le dieron su aprobación entre ovaciones.