Se desploma un andamio en la calle Burgos

Dos balcones y un andamio de un edificio del centro de Santander donde se estaba rehabilitando la fachada se desplomaron ayer sobre el escaparate de un comercio y sobre un paso de cebra sin causar heridos, gracias a que los obreros y los viandantes tuvieron el tiempo justo para apartarse.

El suceso se produjo sobre las 17.10 horas en una de las zonas peatonales más transitadas del centro de Santander, en un edificio de cuatro plantas donde confluyen las calles Burgos, San Luis, Isabel la Católica y Jesús de Monasterio. Cuando el andamio y los balcones se vinieron abajo, había al menos dos personas debajo, que pudieron apartarse a tiempo.

Uno de ellos, Manuel Fernández, un jubilado que paseaba a su perro, relató a los periodistas que estaba mirando unas sandalias justo en el lugar donde cayeron la mayor parte de los cascotes, en el escaparate del comercio 'La Defensa'. «Empezó todo a triscar, caía material. Estaba mirando en ese momento la luna, cuando me dijeron: ¿Quítese, quítese!», explicó este testigo, que vio como el andamio «se iba abriendo y abriendo», hasta que cedió.

Este jubilado todavía no se había quitado el susto de encima cuando llegaron los bomberos: «La gente me ha dicho: ha nacido usted hoy. Estaba allí mismo, allí, donde están esos cascotes, mirando unas sandalias. ¿Por poco me salen caras!».

Uno de los vecinos del edificio, Jaime, que reside en una buhardilla, estaba echando la siesta cuando oyó «un gran estruendo». «Se me puso el corazón a cien. Mi novia y yo hemos volado a la calle. He bajado las escaleras de diez en diez», dijo.

Según este vecino, la comunidad de propietarios acababa de reparar el tejado del edificio y ahora se disponía a adecentar la fachada en la que se desplomó el andamio .

Otra joven que presenció el suceso desde una acera cercana relató que los obreros que trabajaban en el andamio tuvieron tiempo de apartarse, «porque veían lo que se les venía encima».