Los vecinos del edificio en ruina de Suances deberán desalojar en 15 días

«Con estas cosas no hay que jugar y si los informes técnicos dicen que hay que desalojar, no hay que complicarse la vida». Así de contundente se mostró ayer el alcalde de Suances, Andrés Ruiz Moya, tras la reunión que mantuvieron el administrador del bloque 3 del Paseo de la Marina Española, los técnicos municipales y los propietarios de las viviendas, locales comerciales y garajes del edificio. En un plazo de entre 15 y 20 días los vecinos tendrán que sacar todas las pertenencias y los que residen en las siete viviendas que están ocupadas todo el año (el resto de viviendas, hasta treinta, son segundas residencias) buscar otro lugar para vivir.

«Nos quedamos en la calle», resumía Gema Rodríguez, hija de una de las propietarias, tras la reunión de más de dos horas de duración que tuvo lugar en un local del edificio de enfrente, al que se prohibió el acceso no sólo a los medios de comunicación sino también a los responsables de los locales hosteleros, por no ser propietarios sino arrendatarios, algo que no les sentó nada bien.

«No hemos tenido ningún derecho a entrar, pero a la que dejan en la calle es a mí», se quejaba Sandra Pérez, del bar El Ancla, a la puerta de la reunión, indignada por la «falta de apoyo del alcalde, ausente en este momento tan importante, y quien tendría que involucrarse más en el problema». Lamentó también el momento elegido para realizar las obras: «Podrían esperar y dejarnos trabajar al menos durante el verano».

También se quedó fuera de la reunión Conchi Ceballos, responsable del Restaurante Sito, un local que tiene alquilado y regenta desde hace cuarenta años. Pudo entrar una de las propietarias, Ana Fernández, quien explicó que «nadie se opone a las medidas que tengan que tomar», y reclamó «apoyo social, apoyo del Ayuntamiento» y, sobre todo, criticó «las formas». Al igual que sus hermanas, copropietarias del local, es pensionista y hasta ahora recibía mes a mes el pago de una renta que dejara de percibir. «Pero sobre todo lo lamento por Conchi, para ella es romperle la vida».

En el caso de Mercedes, una de las vecinas del bloque 3 del Paseo de la Marina Española de Suances, sus quejas se dirigen hacia el Ayuntamiento. «No nos ayuda ni a sacar los muebles, que nos han dicho que costará entre 500 y 1.000 euros; ni a pagar el guardamuebles, un coste que tendremos que asumir mensualmente».

Aún no se conoce el presupuesto de las obras, del que tendrán que hacerse cargo los propietarios, y tampoco el tiempo que llevará ejecutarlas, aunque se espera que estén terminadas antes del próximo verano. Los plazos no se conocerán hasta disponer del proyecto definitivo, que se estima que será dentro de dos semanas. En ese momento se convocará una nueva reunión para informar sobre todos estos aspectos.

Sobre el plazo dado para desalojar el edificio, que es orientativo, se explicó a los vecinos que cuanto antes se haga, antes comenzarán los trabajos, por lo que muchos de ellos ayer se planteaban que tendrán que desalojar al mismo tiempo. De otro modo, quienes abandonen más tarde perjudicarán a los que desalojen primero, que tendrán que pagar un alquiler durante más tiempo.

Guillermo Blanco, jefe de gabinete del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y vecino del municipio, ha mantenido conversaciones con algunos afectados tras informarse en la Consejería de Vivienda y propiciará reuniones para que puedan pedir ayudas tanto para el alquiler como para el pago de las obras.

A los responsables de los establecimientos hosteleros se les facilitará la búsqueda de otro local para seguir ejerciendo su actividad, según explicó la regente del Restaurante Sito al finalizar la reunión.

El alcalde de Suances también ha mantenido en los últimos días reuniones con responsables de la Consejería de Vivienda y ha trasladado la respuesta a los vecinos, quienes en las próximos semanas tendrán que formalizar sus peticiones acreditando sus circunstancias particulares.

La situación del bloque número 3 empezó a estudiarse a la vez que la del número 1, que en un principio parecía que presentaba peores condiciones, pero finalmente se descartó el desalojo de éste último, cuyos vecinos están citados también a una reunión con su administrador el miércoles próximo. En el bloque 3 las obras ya han empezado y algunos pisos se encuentran en pleno estudio aunque por el momento las obras se realizan con los vecinos viviendo en ellos.