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Detrás del vallado que delimita la zona de actuación, junto a los módulos de obras, hay un cartel en el que se puede leer lo siguiente: «Proyecto de terminación de las obras de construcción del colector interceptor general, tramo Santoña-Laredo, saneamiento general de las ... marismas de Santoña». En letras más pequeñas figura el presupuesto: 23,20 millones la fecha de finalización: febrero de 2017.
Ese era el plazo que había estimado el Ministerio de Medio Ambiente para concluir los trabajos de ejecución del subfluvial entre Santoña y Laredo. Dos meses antes de alcanzar ese límite, el 23 de diciembre de 2016, este megaproyecto entró en una parálisis profunda a la que nadie pone fecha de retorno.
Durante los últimos doce meses las máquinas y la tuneladora han estado en el más absoluto de los letargos haciendo caer en el olvido una obra calificada de «interés general». El silencio rodea a este proyecto sin que nadie se haya pronunciado oficialmente sobre el motivo de esta inactividad. Una situación que preocupa a los vecinos que viven en la ‘zona cero’ de actuación.
En un principio, desde el Ayuntamiento de Santoña se informó que las obras estaban paradas por «problema técnicos» como consecuencia de los burbujeos que aparecieron en la bahía a principios de diciembre de 2016. Éstos surgieron a raíz de los trabajos ejecutados para intentar sustituir los útiles de corte (cuchillas) de la cabeza de la tuneladora por su deterioro y desgaste.
Según contó entonces el regidor para «hacer esa sustitución tenían que conseguir formar una cámara hiperbárica para condensar las presiones de aire y que los buzos pudiesen realizar la sustitución manual de las cuchillas; pero no han encontrado forma de hacer esa cámara. El aire de la presión que intentaban formar, se escapaba por las filtraciones del terreno y, eso, provocaba el burbujeo». Abascal señaló que «han utilizado diferentes técnicas sin conseguirlo y han tomado la decisión de parar la obra hasta que encuentren la solución más factible técnicamente».
Los vecinos que residen en la zona afectada por las obras aseguran que no saben nada desde la última mesa de seguimiento de los trabajos que se celebró en el ayuntamiento en diciembre de 2016. «Nadie nos da explicaciones de ningún tipo. Todo es silencio. Ni siquiera Confederación ha contestado a los requerimientos del Defensor del Pueblo para que informe de esta situación».
Aseguran que hay operarios que acuden a la zona de obras para realizar tareas de mantenimiento. «En ocasiones el puente grúa funciona y suenan diferentes sirenas y alarmas. No sabemos lo que estará pasando ahí abajo», dicen en referencia al pozo de bombeo.
Sin tener tampoco constancia oficial, también tienen entendido que hay problemas en el Ministerio para ver quién se hace cargo de los gastos extra de la tuneladora. «Tenía que haber acabado en febrero y aquí está todo parado y hecho una mierda. El ayuntamiento se escuda en que no sabe nada y la oposición, excepto Santoñeses, se queda sentada en el sillón sin hacer nada», lamentan
Lo cierto es que, atendiendo a este argumento inicial, en un año han tenido tiempo más que suficiente para encontrar esa solución. Y de no hacerlo, al menos de informar de la situación en la que se encuentra este proyecto. Pero todo es silencio. Ni el Ministerio, ni la UTE adjudicataria de los trabajos, Ascán-Acciona, se han pronunciado en estos meses.
Esta falta de información ha llevado recientemente a la agrupación de electores Santoñeses, a través de su concejal Jesús Gullart, a solicitar por escrito al alcalde, la convocatoria de la mesa de trabajo del subfluvial para «conocer las razones de dicho cese de actividad». Según Gullart «durante este último año ha habido una total carencia de información, al tiempo que se ha ido retirando de la obra material de todo tipo». «No es entendible que se haya llegado a esta situación en la que este proyecto de saneamiento, señalado como de interés general, con una gran inversión de dinero público, que se suponía vital para Santoña y su entorno, y cuya urgencia se tradujo en trabajos a tres turnos, se ha evaporado prácticamente».
Desde Santoñeses reclaman actuar «con la máxima transparencia y dar a la ciudadanía toda la información sobre los motivos del parón y, especialmente, sobre el futuro del proyecto. Es fundamental explicar si la obra va a continuar, cuándo lo va a hacer, en qué condiciones y con qué costes. Igualmente, resulta imprescindible dar tranquilidad a los vecinos afectados cuyas viviendas están a escasos metros de las obras».
El asunto se trató en el último Pleno a raíz de una pregunta en este sentido de Santoñeses. El alcalde se mostró partidario de contactar con la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y Ascán para convocar esa mesa, explicando que el ayuntamiento a día de hoy desconoce oficialmente porque está parada la obra.
Abascal sostiene que «ni el Ministerio ni Confederación nos ha informado ni de las causas ni de una previsión del reinicio de la obra. Por comentarios, creemos que hay algún tipo de problema técnico o conflicto entre el Ministerio y la Confederación con las empresas adjudicatarias. Creo que pueden tener algún tema de reclamación económica por sobrecostes, aunque, la realidad, el Consistorio la desconoce. Son cosas que presumimos».
El alcalde asegura que «lo único que se nos ha comunicado de manera formal es la paralización indefinida de las obras. Desde el ayuntamiento lo que sí se ha hecho es requerir, por activa y por pasiva, que cualquier hecho o circunstancia relevante en relación de la obra se nos comunique». Además, añade, «procedimos abrir la calle ocupada para el paso y el estacionamiento de vehículos».
El asunto llegará en las próximas semanas al Parlamento de Cantabria ya que el diputado del Grupo Mixto, Juan Ramón Carrancio, ha pedido explicaciones al Gobierno de Cantabria por la paralización. Para ello, ha registrado una interpelación en la Cámara, para conocer los motivos y exigir a la vicepresidenta y consejera de Medio Ambiente, Eva Díaz Tezanos, que informe sobre las previsiones para el reinicio de esta obra.
Carrancio recuerda que el proyecto de saneamiento de las marismas de Santoña, Victoria y Joyel se aprobó en el año 2003. Las obras, en sus diferentes tramos, comenzaron, pero en 2007 se paralizó el proyecto. Los trabajos se retomaron en agosto de 2015, con la construcción de este subfluvial por debajo de la bahía hasta conectar con Laredo.
Sin embargo, lamenta desde hace un año las obras están «paralizadas de nuevo», sin que los vecinos afectados conozcan las razones. Igualmente, el diputado recuerda que durante los trabajos, los residentes en el entorno han sufrido «ruidos día y noche» generados por la tuneladora y un ventilador, que han llegado a alcanzar los 36,7 decibelios, según las mediciones de la Policía Local, lo que supera lo permitido en la ordenanza municipal de ruidos.
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