

Secciones
Servicios
Destacamos
Mariana Cores
Martes, 11 de noviembre 2014, 07:51
Si uno presta un poco de atención, en la península de La Magdalena descubrirá dos faros nuevos. Uno está dedicado a Ángel, el que fuera durante años jefe del mantenimiento del pequeño zoo; y otro a Emilio, un conocido pescador, que nunca faltaba a su cita con el mar y cuyas cenizas fueron allí depositadas por su familia. Y al lado de los faros hay tres casas montañesas y una iglesia. Adornan desde hace ya algún tiempo el recinto de los pingüinos.
¿De dónde han salido? Sus autores son los propios operarios del zoo, que se han convertido en artistas gracias a estas maquetas que han sorprendido incluso al Ayuntamiento de Santander. Bajo la batuta de su compañero Laureano Medina -un aficionado a la construcciones a escala desde hace ya veinte años- han transformado el recinto de los pingüinos en un pequeño expositor de sus obras de arte.
El recuerdo a Angel y Emilio, fallecidos hace dos y tres años respectivamente, es una de las razones que han llevado a este grupo de trabajadores a construir y colocar las maquetas. En su memoria han 'levantado', estos dos pequeños faros. Uno de ellos, réplica del de Cabo Mayor, luce incluso por las noches. Pero éste, no es el único motivo de la espontánea exposición. «Cada vez tenemos menos pingüinos en La Magdalena», explica Medina. «Son -recuerda- una especie en peligro de extinción, con más muertes que nacimientos. Desde hace años solo tenemos siete ejemplares, cuando antes llegamos a contar con una veintena». Medina dice que los trabajadores del zoo están acostumbrados a los «lamentos» de los turistas que se acercan al zoo y no pueden ver a ningún animal «ya que es habitual que estén en las cuevas». Así, que «se nos ocurrió que podíamos construir alguna maqueta para colocarla junto a las rocas y que la gente no se fuera sin ver nada especial cuando a las aves estuvieran recogidas».
Otra de las razones es la reciente celebración del Mundial de Vela el pasado mes de septiembre. «Estábamos seguros de que con motivo de la competición iba a venir mucha gente al recinto. Y así fue. Nos pareció buena idea que conocieran algo de la arquitectura de Cantabria».
Además de los faros, entre mayo y septiembre construyeron y colocaron las tres casas tradicionales cántabras juntas que representan, dicen, «los diferentes estatus». Así hay una que refleja a la clase más pudiente, «que se construía con piedra de sillería». Otra, a la clase media, «en la que utilizaban piedra de mampostería». Y por último, las más humildes, «hechas con revoco y los cantos de las ventanas con piedra».
En cuanto a la iglesia «es un compendio de los templos más significativos de Santander. Las vidrieras imitan a las de Santa Lucía y los Jesuitas. Los pórticos reproducen el de la Virgen del Mar y el de la Catedral. Y para la torre, nos hemos inspirado en la iglesia de San Román».
La cuadrilla encargada del cuidado del zoo, formada por 12 trabajadores, solo tiene halagos para estas pequeñas obras de arte. José Manuel González y Fernando Solar no pueden ocultar su «orgullo» por haber participado en su construcción. «Cada uno hemos colaborado en algo. En total hay más de 4.000 tejas que hemos hecho una a una con la arcilla que nos daba Laureano. Están teniendo mucho éxito».
Sin embargo, todos se muestran algo «preocupados» por el futuro de las maquetas. «No sabemos qué va a pasar con ellas, porque no tenemos permiso para colocarlas en las rocas de los pingüinos. En cuanto nos digan que las quitemos, las retiramos sin ningún problema. Ya cuando las hicimos sabíamos que seguramente iba a ser algo temporal». Pero José Manuel González tiene la esperanza de que desde el Ayuntamiento de Santander «nos den los permisos, porque incluso las guías turísticas nos dicen que hemos tenido una idea muy buena, ya que a todo el que traen hasta aquí les dicen que les han encantado las maquetas». «¡Hasta les gustan a los pingüinos!», dicen entre sonrisas. «Antes, ni se subían a las zonas donde ahora están instaladas».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Salvan a una mujer atragantada con un trozo de tostada en un bar de Laguna
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.