La casa de Amparo, reducida a escombros

De la casa de Amparo Pérez, en la vaguada de las Llamas, ya solo quedan escombros. El Ayuntamiento de Santander comunicó a la familia sobre las 15.00 horas que se había autorizado a seguir con la obra a la empresa Copsesa. Poco después, se inició la demolición de la vivienda, que se ha ejecutado con gran rapidez y con apenas una decena de testigos, en su mayoría vecinos jóvenes, que aprovecharon para recoger algunos enseres que habían quedado dentro.

La vivienda, en realidad, era propiedad del Ayuntamiento desde hace meses, aunque no pudo hacerse con ella por la negativa de Amparo a dejarla hasta que no lo dictaminó un tribunal. A partir del visto bueno del juez, en enero, se dio a la familia un plazo de 15 días para abandonar la casa, plazo que venció el pasado día 5.

Amparo sigue ingresada en la UCI, en Valdecilla. Su estado de salud empeoró el pasado jueves y fue necesario llevarla al hospital. Siguen también en pie sus reclamaciones judiciales, tanto por el justiprecio que se le pagó por la vivienda como el recurso contra la autorización del juez al Consistorio para tomar posesión de su finca. Una finca y su casa afectadas por una expropiación necesaria para construir un víal entre la S-20 y la Avenida de Los Castros, que ha enfrentado al ayuntamiento y a Amparo Pérez durante los últimos meses.

Este lunes, el Ayuntamiento de Santander ha explicado en una nota de prensa que dentro de la programación de los trabajos de la obra, está previsto que el estribo sur del puente se termine de hormigonar mañana, mientras que el estribo norte de la estructura ya está concluido.

A continuación, se procederá a rellenar el trasdós de la estructura y se ejecutará el terraplén que falta para concluir el trazado final del vial, que es necesario para poder continuar con la ejecución del proyecto.

Los primeros elementos metálicos que conforman el puente está previsto que lleguen a la obra durante la última semana de este mismo mes, y su acceso al emplazamiento definitivo tiene que producirse desde la Avenida de los Castros, a lo largo del terraplén que conformará la rasante definitiva de la conexión tranversal con la S-20.