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Destrozos en uno de los restaurantes del Sardinero en primera línea de playa.
Los daños han sido cuantiosos, pero de tipo menor

Los daños han sido cuantiosos, pero de tipo menor

Las previsiones eran más serias de lo que realmente se ha vivido esta tarde en los principales arenales de la región

Mariña Álvarez

Martes, 9 de febrero 2016, 13:02

La segunda pleamar, prevista para las 17.10 se ha hecho sentir en la costa de manera suave comparado con la de la madrugada, por lo que los destrozos han sido mínimos.

E Santander los daños han sido cuantiosos, pero de tipo menor: cuatro metros de bordillos, cincuenta metros cuadrados de baldosas arrancados, unos cuantos imbornales, unos trozos de barandilla del paseo, la valla de los galeones... La furia del mar ha dejado su impronta, pero ha sido menos desastrosa este año que en 2014. Y eso que se superaron las previsiones.

El lunes se predecían unas olas de diez metros, y la naturaleza ha regalado gigantes de 12,6, que en Santander se cebaron con los de siempre: los restaurantes de primera línea de El Sardinero que, otra vez, tendrán que empezar casi de cero. Esa franja, desde El Chiqui hasta La Magdalena, concentra el poder destructor del mar cuando confluyen elementos como los de este temporal: alerta roja por grandes olas (a las 4.48 de la madrugada se registraron las más grandes), con una frecuencia de unos 20 segundos, y mareas vivas (el coeficiente ha sido de 106).

Pero ocurrió de noche, con los deberes hechos -todos los efectivos desplegados- y los vecinos durmiendo. Pero la pleamar se iba a repetir a las 17.10 horas. "Los daños materiales evidentemente han sido menores que en 2014, pero esto no ha acabado, ni mucho menos", decía preocupado el alcalde Íñigo de la Serna, en una rueda de prensa ofrecida para ofrecer el balance de los daños registrados en la ciudad después de inspeccionar la zona afectada por el temporal de esta pasada noche.

Por la mañana el alcalde no descartaba que se alcanzasen olas tan grandes como las de la pasada madrugada, el coeficiente de marea seguirá siendo el mismo (106) la permanece en alerta amarilla por vientos que podrían alcanzar rachas de 100 kilómetros hora, previsión que se mantiene hasta las nueve de esta noche en todo el litoral cántabro. Y, aunque el período de ola, del que depende en gran medida la energía del oleaje, y por tanto su capacidad destructiva, bajará de 20 a 14 segundos (único dato que mejora las perspectivas), hay un elemento que eleva la preocupación: las olas de anoche se llevaron tanta arena -se calcula que entre uno y dos metros de altura en la zona más al oeste del Sardinero- que la costa se ha quedado sin esa barrera de protección.

Camino abierto para entrar en tierra, en un Sardinero que es de prever que no esté tan desierto como la pasada madrugada. Finalmente, no fue para tanto.

Todo ello llevó al regidor a advertir que "estamos ante otro suceso preocupante, y me preocupa sobre todo que sea a las cinco de la tarde", de ahí que repita su "llamamiento a la población, que por favor sean responsables, no deben acercarse a la costa, en ningún caso. La situación es preocupante -reitera- y el riesgo existe". Ha añadido que "el mayor riesgo estará en los muros verticales, las olas grandes no se van a ver".

Aunque ahora la alerta está en nivel naranja, se mantiene el dispositivo previsto para alertas rojas. Están desplegados los mismos efectivos y se mantienen las mismas cautelas: cierre del Parque de Mesones, doctor Fleming , García Lago, La Magdalena y un cordón policial por toda la franja para evitar que los viandantes se acerquen a la zona de riesgo. De la Serna espera que el tiempo desapacible que hará esta tarde -viento y lluvia- desanime a los curiosos, el mayor peligro cuando un temporal así sucede en horas diurnas.

Aún así ha realizado un llamamiento a la "responsabilidad" de los ciudadanos, para que nadie se acerque a la costa y para que se atiendan las indicaciones de los servicios de protección ciudadana. "No es un juego sacar una foto o mojarse", ha advertido, insistiendo en que la situación es "muy complicada".

El alcalde ha destacado el trabajo de los efectivos desplazados a las zonas afectadas (Bomberos, Policía, Protección Civil, servicios municipales de alumbrado, talleres y limpieza, Aqualia, Parques y Jardines, etcétera), muchos de los cuales continúan su labor con el objetivo de que esta mañana el paseo y su entorno queden "en las mejores condiciones" aunque no pueda ser completamente limpios.

El viento

A medida que avanzan las horas el viento sopla con mayor intensidad, circunstancia que, unida al aguacero del mediodía, ha causado alguna incidencia en Santander, "por chapas caídas" y contratiempos similares, según los bomberos.

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