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José María Gutiérrez
Martes, 16 de febrero 2016, 00:03
Un incendio desatado a última hora de la tarde de este lunes en un piso de Camilo Alonso Vega provocó el pánico entre los vecinos y obligó a la evacuación a Valdecilla de, al menos, tres de ellos por inhalación de humo. No hay que lamentar víctimas mortales, pero sí se vivieron episodios de auténtico miedo y angustia precisamente el día que se cumplía el 75 aniversario del incendio que arrasó el corazón de Santander y cambió la ciudad para siempre. Dos ancianas tuvieron que ser atendidas allí mismo en una ambulancia porque estaban "muy nerviosas" debido al fuego, según los bomberos.
Las llamas se desataron poco antes de las 20.30 horas en el 3º izquierda del portal 11-A de Camilo Alonso Vega, por causas que aún se desconocen. Al parecer, en ese momento no había ningún inquilino en su interior, aunque ese extremo no ha podido aún ser confirmado por los bomberos. En la misma habitan una pareja con un hijo pequeño, en régimen de alquiler.
El caso es que el salón de la vivienda comenzó a arder en llamas, que se extendieron rápidamente por toda la casa. Los vecinos de los pisos superiores lanzaron cubos de agua por las ventanas intentando aplacar las llamas que salían del tercer piso, pero el fuego ya era incontrolable. El incendio devoró las ventanas y las persianas del salón principal, que se precipitaron a la calle e incluso destrozaron la pared que separaba el salón del dormitorio contiguo.
Algunos de los vecinos de las plantas inferiores pudieron abandonar el inmueble, pero los de las plantas superiores no lo consiguieron porque el humo invadió las escaleras rápidamente. Eso provocó escenas de pánico de inquilinos pidiendo auxilio y ayuda por las ventanas.
Por ello, los más afectados por inhalación de humo fueron los vecinos del cuarto izquierda, el piso inmediatamente superior a donde se originó el incendio, que fueron evacuados con ayuda de los bomberos y trasladados a Valdecilla en una ambulancia del 061, aunque su salud no corre peligro.
Hasta el lugar del suceso acudieron dos autobombas, la escala y catorce efectivos del Cuerpo de Bomberos de Santander, que tuvieron que emplearse a fondo para sofocar el incendio debido a la magnitud de las llamas. La vivienda donde se originó quedó calcinada en su mayor parte y el piso superior muy afectado por el calor y el humo. Numeroso escombro acumulado en la calle junto al portal dejaba claro reflejo de lo sucedido unos metros más arriba.
También intervinieron miembros de la Policía Local y de la Policía Nacional. El tráfico de Camilo Alonso Vega estuvo cortado en dirección a General Dávila mientras los bomberos trabajaban. El dispositivo de extinción se dio por concluido casi a las doce de la noche.
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