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Violeta Santiago
Miércoles, 13 de julio 2016, 18:31
«Si Antonio Mantecón decide aferrarse al sillón se convertirá en un tránsfuga». Con esta afirmación entró ayer en el debate de lo que está sucediendo en Ganemos Santander Sí Puede el alcalde, Íñigo de la Serna, que viajó el lunes a unas jornadas españolas ... sobre smart cities en Colombia y, por tanto, a 8.000 kilómetros de Santander desde antes de que se hiciera pública la expulsión del concejal. De la Serna declaró a este periódico que espera que los partidos «no sean tibios» ante este caso «y cumplan con rigor el Pacto Antitransfuguismo que firmaron». Es decir, que a partir de ahora, no den cobertura de ningún tipo a quien ya no representa al partido que le aupó al cargo público.
El primer edil señaló que le da una «lástima enorme el daño que este concejal está causando al Ayuntamiento y a la ciudad» y volvió a hacer un llamamiento a la tranquilidad en el Consistorio, «porque Santander no se merece los espectáculos que, desgraciadamente, estamos viviendo en los últimos tiempos, con concejales abandonando plenos, políticos insultando constantemente y actitudes violentas contra concejales» (en referencia, esta alusión, al tenso momento que Roberto Mazorra, asesor de Mantecón, hizo pasar en público a Tatiana Yáñez-Barnuevo en la junta de portavoces del miércoles).
En su opinión, toda la puesta en escena del concejal expulsado ahora no adscrito, «y sus disparatadas declaraciones» culpándole a él de ser el artífice de que le hayan echado de Ganemos «no son más que una liebre mecánica con la que pretende justificar la única razón que le mueve: mantenerse en el sillón para seguir cobrando dinero de todos los santanderinos». Al alcalde le gustaría pedirle que no piense en el dinero «sino en el desprestigio» que está provocando en la institución.
«Alguno ha hecho de la crispación su único argumento político y no le importa dilapidar el prestigio de la institución si piensan que con ello consigue rédito político», criticó.
De la Serna cuestionó casi uno por uno todos los argumentos con los que Mantecón le acusó el miércoles, a las puertas del Ayuntamiento, de haber propiciado esta situación tras haber llegado a un acuerdo oculto con Ganemos para quitarle derechos y portavocía debido a que, por su trabajo en el municipio, se estaba convirtiendo en un concejal incómodo para el poder.
«No ha habido connivencia»
«De todos los ataques que el concejal me ha dirigido en estos meses, el más grotesco y disparatado es decir que soy yo el que le ha echado de su formación. Ahora resulta que una decisión interna de un partido completamente ajeno al mío sirve para crear un nuevo elemento de la intensa campaña en mi contra», campaña que incluso es capaz de convertir al diputado de Podemos José Ramón Blanco «íntimo enemigo suyo hasta ayer, en una inseparable amistad entre ambos con tal de atacarme personalmente».
El alcalde también descartó que «haya connivencia de ningún tipo con Tatiana Yáñez-Barnuevo», la nueva portavoz del grupo municipal de Ganemos, «ni que haya coincidencia política. Es de chiste plantearlo siquiera». De la Serna indicó que «todos en el Ayuntamiento saben que han sido habituales las actitudes violentas contra la concejala Yáñez-Barnuevo». No se explica ni cómo la edil lo ha aguantado ni cómo otros compañeros de corporación «han sido permisivos».
Finalmente, afirmó que por su parte «hará un esfuerzo por garantizar la normalidad democrática» en la actividad del Consistorio aunque cree que será difícil «por la actitud del tripartito formado por Ganemos, IU y un partido socialista muy radicalizado en la ciudad, probablemente consecuencia de haber obtenido el peor resultado de su historia». De la Serna cree que el PRC «no comulga con lo que ocurre en la institución y está dispuesto a ejercer su labor de oposición desde el respeto» y alabó a Ciudadanos por su «responsabilidad en la normalización».
Ayer hubo otras dos reacciones a la expulsión de Mantecón de Ganemos. El secretario general de Podemos Cantabria, José Ramón Blanco, criticó a Iñigo de la Serna por intentar «silenciar» al hasta ahora edil de Ganemos y le tachó de vengativo. Miguel Saro, concejal de IU en Santander, avisó, por su parte, de que «fiscalizará» que la expulsión se ha hecho «con todas las garantías».
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