Vallas, grúas y unos jardines

Los trabajos consisten en la replantación definitiva de la especie vegetal Dichondra, que forma un tapiz sobre los adoquines. Empezaron a finales del invierno porque, según los expertos, es la época más adecuada para que germine, para que las plantitas (son diminutas) enraícen. También para hacerlo coincidir con una época del año «de menor uso de ese espacio para actividades y eventos públicos». Hay, en este área, seis amplias zonas adoquinadas, lo que ha obligado a colocar una amplia zona de vallado. Un área delimitada por la cafetería (la antigua gasolinera), los accesos al aparcamiento, el Banco de España y el Hotel Bahía que ofrece un aspecto llamativo. Más ayer, con el Sur haciendo travesuras. A primera hora, casi todo estaba por los suelos. Lo levantaron, pero las rachas jugaban al gato y al ratón con los operarios y provocaron algún susto a los que pasaban por los caminos entre las estructuras. ¿Y hasta cuando va a estar así? Desde la Fundación Botín que se encarga de los trabajos indican que todo va bien, pero no dan ninguna fecha respecto a la retirada del vallado.

«Va bien», dicen. Una frase que sirve también para los trabajos de reparación del suelo en los alrededores del templete. Unos pocos metros más adelante. El azul oxidado del pavimento terminó por ser un azul roto, algo que se achacó a «la presencia del tanque de tormentas del Saneamiento de la Bahía bajo la Plaza del Templete». «Motiva lo explicaron en su día desde el Ayuntamiento importantes cargas de tráfico pesado, vibraciones y diferencias de comportamiento notables frente a los suelos de alrededor». Sorprendió a los paseantes, en todo caso, que fuera necesario levantar y arreglar un espacio inaugurado solo un año y medio antes.

De las dos áreas de trabajo que se abrieron en febrero queda una, con forma de círculo que deja dentro al quiosco de los músicos (la otra, junto al carrusel, ya está terminada). Por entonces (era el 20 de febrero) se estimó un plazo máximo de dos meses y medio para repararlo todo, así que aún queda. Y es evidente si uno se asoma por los huecos que se han abierto en la tela verde que cubre el área de tarea. El suelo está levantado en su totalidad aunque ya se ven algunos pequeños tramos donde los caminos azules empiezan a tomar forma.

La gran obra

Y por el medio, la gran obra. Los jubilados tienen para entretenerse aún con la rutina del Centro Botín. Desde hace meses, los avances son mucho más palpables a la vista de los que pasan. Tras el primer trimestre del año se había instalado ya cerca del setenta por ciento de las 270.000 piezas cerámicas que cubren la piel del edificio. A primeros de abril se iniciaron los trabajos de pavimentación de El Muelle, un espacio singular y único que albergará la zona de servicios-ocio del Centro. El pavimento utilizado, según la Fundación, es el mismo hormigón azulado tratado con sulfato de cobre y hierro que caracteriza a los Jardines.