«La Virgen del Mar no es festivo, pero sí será una fiesta multitudinaria de Santander»

«El lunes, 16 de mayo de 2016, no es festivo pero sí será una fiesta multitudinaria de Santander y los santanderinos». En la primera frase del discurso del alcalde que acompaña el programa ya se pone el dedo en la llaga. Un lunes de todos, titula su saluda Íñigo de la Serna. Ayuntamiento y Gobierno ya se tiraron los trastos a la cabeza en agosto del año pasado a costa de las fiestas locales y regionales. El Ejecutivo eligió el 28 de julio, Día de las Instituciones, en detrimento de Santiago para su calendario de días de celebración en toda la Comunidad Autónoma. Así que al consistorio no le quedó más remedio que señalar como festivo únicamente local el día del santo que supone el inicio de la Semana Grande. Es decir, que la patrona se quedó sin fiesta. La Hermandad de la Virgen del Mar no se mordió la lengua y criticó en su momento «la decisión tomada no sabemos si a título personal (del presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla) o del Gobierno regional que, a nuestro entender, no tiene justificación más allá de una actitud sectaria». Mucho resquemor.

Polémicas al margen aunque están en el origen de buena parte del programa, habrá novedades en las actividades previstas. La procesión nocturna del viernes (que terminará con una ofrenda floral) supondrá el arranque de las celebraciones religiosas diarias en San Román. El sábado se anunciará por el barrio la fiesta con una caravana musical. Hasta ahí, lo habitual. La gran novedad llegará días después. El domingo, 15 de mayo. «Estará dedicado por completo a los niños y es la primera vez que se hace como consecuencia de que no sea fiesta el lunes», explican. Hinchables, chocolatada, fiesta de la espuma, comida... Nuevo en el programa y hasta en la propia organización, que corre a cargo del grupo de jóvenes que se ha incorporado a la Hermandad este mismo año «como motor de renovación» y como «polo de atracción para la juventud».

La jornada más importante

Será el aperitivo del día grande. El anticipo de la marcha típica bajo un arco de flores de la imagen desde San Román hasta la popular ermita de la isla. Con el obispo y con la presencia habitual de las autoridades el año pasado, sin ir más lejos, supuso el primer encuentro entre Revilla y Diego tras la jornada electoral que provocó el cambio de gobierno.

La misa (que suele ser multitudinaria y que este año, en ese aspecto, estará condicionada por la jornada laboral), las actuaciones musicales, el sorteo de la novilla de la Asociación La Confianza, la romería o la degustación de patatas a la campurriana en la campa figuran en la agenda de una fecha que rinde homenaje a una devoción con más de siete siglos de historia (es, de hecho, el año 701).