!["Si haces caso al tópico, es más difícil una estrella en casa que en Hollywood"](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/pre2017/multimedia/noticias/201605/06/media/cortadas/webnoriega--575x323.jpg)
!["Si haces caso al tópico, es más difícil una estrella en casa que en Hollywood"](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/pre2017/multimedia/noticias/201605/06/media/cortadas/webnoriega--575x323.jpg)
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Álvaro Machín
Sábado, 7 de mayo 2016, 09:19
«Me quedaré ahí, para siempre, en el suelo y formaré parte del paisaje...». A Eduardo Noriega (Santander, 1973) se le palpa una ilusión sincera. «Si vas a ir a una cosa así sin ganas, para ser huraño o seco, es mejor no ir. Y a mí me alegra muchísimo. Se trata de comportarte como eres. No aparentar nada. Natural y espontáneo, porque si tratas de aparentar algo, se nota». Lo explica al recordar el paseo multitudinario por Potes cuando le nombraron orujero mayor en el que dejó una grata impresión y le sirve también para el acto al que asistirá mañana. Una estrella en la acera de Tetuán. No es Hollywood, pero... «Pues yo creo que si haces caso al tópico de ser profeta en tu tierra, es más difícil tener una estrella aquí que en Hollywood. Yo estoy emocionado y muy orgulloso con esto. Que te premien en tu tierra es una doble alegría. Un gran honor y estoy encantado de romper el tópico».
La estrella de Noriega estará al lado de las de Bustamante, José Ramón Sánchez, Paco Gento y Ruth Beitia. Él, como santanderino, también tiene sus propios candidatos para la acera del barrio. «¿A quién le pondría una estrella? A gente como Mario Camus, Manuel Gutiérrez Aragón o Antonio Rasines. O, por decirte dos compañeros más actuales, Daniel Sánchez Arévalo o Marta Hazas». Un reparto local, cántabro, vinculado a su profesión. «Lo primero que piensas cuando te hablan de un homenaje, la primera sensación, es que no me lo merezco. Y en el caso de un premio como éste, una estrella, piensas que es típico de algo al final de tu carrera profesional. Pero luego te paras a pensar en que la carrera de un actor no tiene un final concreto y que prefieres disfrutar de algo así en vida, disfrutarlo de verdad».
Aunque por el hecho de ser «en casa siempre de un poco más de vergüenza». Con la familia al lado, con los amigos de toda la vida, «que estarán con el colegueo viéndome y no pararán de vacilarme». Cuestión de raíces. «Este año estoy viniendo bastante y de cara al verano vendré todo lo que pueda». Acompañado esta vez por una niña que ya les deja dormir y a la que «conocen ya perfectamente en mi tierra, que es también la suya». «Llevamos ya unos meses roncando por la noche. Nosotros, y ella también».
En el acto, que empezará a la una, el actor no llevará el bigote con el que se le ha visto en algunas de sus últimas apariciones públicas. En marzo terminó el rodaje de la serie Sonata del silencio y «lo del bigote es solo para los trabajos». En relación a eso, al trabajo, anda enfrascado en la promoción de Nuestros amantes, en la que interpreta y, además, coproduce. «La película me interesó mucho desde el principio. Quería estar en ella porque es distinta en la forma y en el fondo. La hemos estrenado en el Festival de Málaga y la gente se ríe, se identifica con las historias y sale del cine con una sonrisa». ¿Y lo próximo? típica pregunta para un actor. «Pues no sé lo siguiente. Sé que hay un par de cosas que se están mirando y no me angustia, pero siempre quieres saber cuál es el siguiente proyecto. Así que cuando me preguntan qué voy a hacer este verano, no sé qué decir. Que lo que pueda, en Santander».
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