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Violeta Santiago
Miércoles, 16 de noviembre 2016, 07:13
El Ayuntamiento de Santander le pedirá al presidente de Cantabria que le eche un capote para "minimizar" el estropicio que supone para la ciudad haberse quedado sin plan urbanístico. La idea es reclamar una modificación de la Ley del Suelo de Cantabria ... en la misma Ley de Acompañamiento a los Presupuestos Generales de 2017 para crear un marco jurídico que permita al municipio, a su vez, redactar unas normas transitorias que palien los efectos de la anulación sobre aquellas actuaciones desarrolladas por medio del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que ya no sirve. Al menos 10 comunidades autónomas (Cataluña, Asturias, Valencia y Extremadura entre ellas) cuentan con este tipo de regulación.
El Consistorio encontrará acogida a su propuesta, porque Miguel Ángel Revilla en conversación ayer con este periódico antes de conocerse la sentencia del Tribunal Supremo reveló que el lunes había tratado con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, la forma de "coordinar" al Gobierno y al Ayuntamiento para "solucionar" este problema. También la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, ofreció ayer una "mano tendida" para hallar una salida.
César Díaz, alcalde en funciones y concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, avanzó la intención del Consistorio en una comparecencia pública en la que se mostró preocupado, lejos de estar aliviado por una sentencia del Tribunal Supremo que carga la responsabilidad de la anulación a causas "ajenas" al Ayuntamiento y que "no cuestiona su modelo urbanístico y territorial". A partir de ahora, el equipo de gobierno tiene por delante dos retos: de un lado, dar cobertura jurídica a las acciones que se acogieron al último PGOU. De otro, iniciar la redacción del próximo proyecto para definir los usos del territorio, con el que habrá que partir «totalmente de cero». El siguiente ya no podrá ser como el que el Alto Tribunal ha echado abajo, puesto que aquel se empezó a tramitar en 2005 y, para 2017, habrá una diferencia, en todo, de 12 años.
reacciones
Cuatro grupos políticos municipales reaccionaron este martes al conocer la sentencia y todos lo hicieron en clave de buscar otro tipo de plan para el futuro. El PSOE dijo que el fallo del Supremo abre una "etapa de incertidumbre" en Santander. Desde el grupo municipal se indicó que independientemente de que el fallo anule el PGOU por una cuestión externa, "el planteamiento era completamente irreal", por lo que mantiene su valoración política y seguirá en contra del modelo de desarrollo que representa.
José María Fuentes-Pila, portavoz del PRC, indicó que "no es momento de buscar culpables", pero también declaró que esperaba "que no nos digan que la legalidad es una victoria". El regionalista puso de relieve que ahora mismo, urbanísticamente, Santander ha retrocedido a 1997, "lo cual es una dificultad", al tiempo que reiteró que en 2016, la capital se encuentra en una espiral de pérdida de población "alarmante" y el modelo no parece que vaya a revertir. "En 2015, cada día perdimos tres habitantes".
David González, portavoz de Ciudadanos, acusó a los grupos "que salieron en tromba" a criticar al Ayuntamiento cuando se filtró la noticia de una posible anulación del PGOU de haber quedado ahora "en feo", porque la anulación "es ajena" al Ayuntamiento. En su opinión, como el crecimiento de población de Santander ya está claro que no será el que establecía el PGOU anulado "habrá que pensar en otro que se vuelque más en los servicios y menos en la vivienda".
Finalmente, el concejal de IU, Miguel Saro, confió en que el proceso que se abra para otro Plan General "sea una nueva oportunidad para construir una ciudad más sostenible e igual para todos los vecinos".
Modificación legislativa
La modificación legislativa que propondrá el Ayuntamiento al Gobierno no se referirá a los posibles nuevos desarrollos, sino que se centrará en dar seguridad legal a todos los proyectos iniciados bajo el paraguas del plan invalidado. Serviría para establecer un marco general de actuación hasta la aprobación del siguiente PGOU y, según especificó el alcalde en funciones, "el Ayuntamiento podría redactar esas normas transitorias" con la colaboración del Gobierno regional. Luego seguirían la tramitación habitual de información pública y de visto bueno por parte de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu). De aceptarse la propuesta, el Consistorio querría que sea considerada "de urgencia".
Díaz indicó que Santander "no se puede conformar con volver al planeamiento de 1997", aunque precisó que "la gran mayoría" de las intervenciones que se han puesto en marcha "encontrarán acomodo" en aquella norma. Para las que no lo consiguieran, se buscarían soluciones en forma "de modificaciones puntuales".
El alcalde dejó claro en todo momento que Santander ha sido "víctima" de un Bitrasvase (anulado) en el que la ciudad "no tuvo participación ni nada que decir". La infraestructura hídrica "no estaba cuestionada" en 2012 cuando Comisión de Urbanismo del Ejecutivo regional (presidido entonces por Ignacio Diego) aprobó definitivamente la principal guía urbanística municipal.
El también portavoz del PP en el Ayuntamiento reseñó que el proyecto del Bitrasvase del Ebro fue aprobado en 2004 y modificado en 2006 por el Ministerio de Medio Ambiente, cuando ya la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria emitió el estudio de impacto ambiental. "Éste se anuló al considerar que no se había motivado mínimamente la evaluación ambiental adecuada en la relación con los Lugares de Interés Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000".
Pedir responsabilidades
César Díaz destacó repetidas veces que el proceso de elaboración del Plan General contó con los preceptivos informes sectoriales (hasta siete, entre los de la Administración General del Estado y el Gobierno de Cantabria) en los que se acreditó «perfectamente» los recursos hídricos de la ciudad, "tanto en su momento actual como en sus previsiones de crecimiento en el futuro".
El Ayuntamiento, por tanto, "está analizando" la posibilidad de pedir responsabilidades ya que, como mínimo, "la corresponsabilidad" por lo sucedido "está ahí".
El mandatario local defendió, por otro lado, que el Supremo no cuestiona el modelo urbanístico de Santander ni la prvisión de crecimiento poblacional (261.000 habitantes en 2024) o la necesidad de 35.316 nuevas viviendas, sino que "hace suya" la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), que ya estableció que el diseño estaba "motivado y justificado". Los 13 magistrados que han evaluado el PGOU (10 en el Supremo y tres en el TSJC) han "avalado de forma unánime la legalidad" del esquema.
Por este motivo, Díaz criticó a "todos aquellos que dijeron que el Plan había sido anulado por ser especulativo, basado en un desarrollismo insostenible y elaborado sobre previsiones falaces". Ahora se demuestra "que estas afirmaciones eran oportunistas y que sólo buscaban réditos políticos".
"Dudo mucho", agregó, "que exista otro Plan General de una ciudad similar a Santander con un consenso y un respaldo parecido al que hubo aquí, ya que pasó de más de 4.235 alegaciones en su primera información pública a sólo algo más de 150 en la última".
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