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Lunes, 13 de marzo 2017, 12:53
En 2014, se proyectaba una quinta planta para el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander. El MAS carecía de un espacio apropiado para el ingente fondo documental que posee, y ya entonces se aventuraba esta ampliación sin variar ni un ápice la volumetría del edificio. El falso techo sería la solución. No obstante, la prioridad de la obra apuntaba a la accesibilidad del museo, al que se llega subiendo una escalinata de piedra incompatible con sillas de ruedas o carritos de bebé. Desde entonces, los trámites legales, las licitaciones y la aprobación definitiva del proyecto han dilatado en el tiempo una actuación necesaria que ha arrancado finalmente este lunes.
Durante los próximos ocho meses, el museo santanderino permanecerá cerrado para instalar en su interior un montacargas y mejorar la cubierta, y crear nuevos espacios que podrían albergar el tremendo fondo documental del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander en una biblioteca y archivo que aún no existe. Por aquí iban los planes inciales del Museo cuando allá por 2015 avanzaron la proyección de unas obras que, dos años después, han comenzado a remover la piedra en el interior del edificio.
La alcaldesa, Gema Igual, ha asistido al comienzo de la primera de las cuatro fases en que se ha dividido la actuación, acompañada por la concejal de Cultura, Miriam Díaz; la arquitecta municipal, Emma Báscones, el concejal de Infraestructuras, César Díaz, y el director del MAS, Salvador Carretero, entre otros.
Dado que es un Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento, el proyecto ha buscado el equilibrio entre la necesidad de conservar los valores artísticos, arquitectónicos e históricos del edificio y la de hacerlo accesible a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones.
Por eso, incluye un montacargas que favorecerá un recorrido accesible para las personas con movilidad reducida y facilitará además las funciones y labores diarias del personal del museo en cuanto al movimiento de obras de arte y mercancías.
Al ascensor-montacargas se accederá desde la misma calle Rubio, un acceso que podrán utilizar también las personas con movilidad reducida y quienes visiten el museo con carritos de bebé, etcétera. Tendrá capacidad para dos sillas de ruedas.
La instalación del ascensor-montacargas afecta a varias dependencias del MAS, como los despachos y oficinas, almacenes y parte de su biblioteca especializada. Por ese motivo, el denominado Espacio Génesis de la planta 2 será habilitado para oficinas (departamentos de Administración de Acción Cultural, Comunicación, Prácticas, etcétera).
La entrada para el público en general seguirá siendo su actual puerta principal por la fachada oeste, si bien, en el interior, se podrá utilizar el ascensor para desplazarse entre las distintas plantas del museo.
Además, se realizarán diversas actuaciones para la eliminación de barreras arquitectónicas en todas las estancias con la incorporación de nuevos sistemas tecnológicos que faciliten el disfrute de las obras del museo y lo doten de accesibilidad visual y auditiva.
Igualmente, se incluirá un sistema de apertura automática en las puertas de hierro forjado, se revisará toda la climatización del edificio y el sistema de seguridad, y se incluirán nuevos sistema de audio para conferencias.
En la cubierta
Las obras contemplan además la reforma de la cubierta mediante materiales que contribuyan a optimizar el rendimiento térmico del edificio. En este sentido, la arquitecta municipal ha explicado que se mejorará la impermeabilización de la cubierta pues actualmente "estaba dando problemas".
La actuación se llevará a cabo en cuatro fases que son la de trabajos previos; la de excavación del foso del ascensor, que será una tarea "delicada" que requerirá el refuerzo de la cimentación, e instalación del montacargas; los trabajos en la cubierta, que incluyen la retirada de placas de amianto y un doble capa de impermeabilización; y la rehabilitación de espacios existentes y generación de otros nuevos.
Durante el cierre, el museo, que cuenta con 19 empleados, abordará tareas de tipo científico, como la realización de una nueva edición convencional y on-line de la colección actual, estudios relativos a artistas cántabros, y trabajará en la preparación de nuevas colecciones de cara a su reapertura.
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Ana del Castillo
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