La nueva Ordenanza ciclista prohibirá usar la bici en las aceras de menos de tres metros

El borrador, que se presenta como un anexo al Plan de Movilidad Ciclista, y en el que ha participado Cantabria ConBici y la Mesa de la Movilidad, introduce grandes cambios en la circulación de los ciclistas y, en definitiva, en la convivencia de la bicicleta con peatones, vehículos y transporte público. El 7 de mayo finaliza el periodo de dos meses para proponer sugerencias. La norma regula, por ejemplo, el uso del casco, que no será obligatorio en vías urbanas, solo en desplazamientos interurbanos. Las bicis plegables se podrán llevar en el autobús y en la lancha y algunos semáforos tendrán señalización luminosa con temporización diferente, en ámbar, específico para ciclistas.

El proyecto introduce preceptos de obligado cumplimiento, como las nuevas zonas de avance reservadas para los ciclistas en los cruces de mayor densidad de tráfico, de forma que, al llegar a un semáforo en rojo, las bicis se sitúen en este paso que estará pintado y señalizado debidamente y podrán salir antes cuando el semáforo cambie a verde.

"Esta señalización funciona en muchas ciudades europeas y el objetivo es que las bicicletas no ralenticen el tráfico", explican desde Cantabria ConBici. "No hemos inventado nada, la ordenanza incluye normativas que ya funcionan con éxito en otras ciudades más avanzadas en el uso de la bicicleta como medio de transporte, como son Vitoria, San Sebastián o Madrid".

La ordenanza introducirá muchos más cambios aplicables en todo el término municipal de Santander. Desde la Mesa de la Movilidad se destaca que "prioriza al peatón, después a la bicicleta, al transporte público y, por último, al coche, potenciando su uso compartido".

Con ello, se pretende evitar el conflicto entre el peatón y el ciclista, si bien tendrán que aprender a convivir en las calles peatonales, donde estará permitido ir a pedales, siempre que no estén muy concurridas por un motivo extraordinario, como puede ser Navidad o festivos con actuaciones.

En definitiva, la ordenanza introduce una serie de normas "para que la bicicleta conviva en las ciudades como transporte, no como uso deportivo o de ocio", subrayan desde la asociación. Con estas iniciativas pretenden agilizar el tráfico y que la bicicleta "goce de especial protección".

Tráfico rodado

La ordenanza dota de prioridad a los ciclistas a la hora de circular, con el propósito de "desincentivar el uso del coche", según explica la Mesa de la Movilidad. De esta forma, en la regulación del tráfico rodado, el texto recoge que las rotondas tendrán señalización vertical y horizontal, indicativa de que en el anillo exterior tiene especial prioridad el ciclista

A efectos de mejorar la seguridad vial y proteger los desplazamientos en bicicleta, las vías abiertas al tráfico en general y que sean de un solo carril, tendrán limitada la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora.

Así pues, cuando entre en vigor la Ordenanza, la bicicleta pasará a tener prioridad sobre los vehículos que le preceden en la vía, que sólo podrán adelantarla cuando las condiciones de seguridad lo permitan. El carril derecho es el destinado a las bicicletas y podrán circular por la parte cercana al centro del carril para su mejor visualización. También en las rotondas tendrán prioridad en este carril. En los pasos de cebra, los ciclistas podrán cruzar sin desmontarse de la bici, salvo en caso de que haya mucha gente y el paso a pedales sea difícil. No obstante, en muchos de los pasos se pintará una zona reservada para que crucen las bicis, señalizado en ambos extremos.

La Ordenanza está siendo redactada al hilo de un plan integral que supondrá la construcción de varias rutas por toda la ciudad.