En busca de socorristas

A las tres de la tarde los responsables de la empresa Aunar que han conseguido el contrato de salvamento y socorrismo en las playas para los próximos dos años comenzaron a entrevistar a los chavales. La adjudicación del contrato fue realizada en una Junta de GobiernoLocal de Santander, extraordinaria y urgente, a la una de la tarde.

La entrevista fue breve. "Entregar los datos, explicar la titulación que tenemos, nuestras aficiones y algo más. Nos han explicado que cobraremos en bruto 1.036 al mes y que estaremos contratados hasta el 30 de septiembre. El trabajo será de cuatro días y el quinto de descanso". Lo explicó Ana Cueto, de 21 años de edad, que tiene titulación en socorrismo y primeros auxilios, obtenida en los cursillos de la Cruz Roja de Cantabria. Para ella será su primera vez como socorrista de playas.

Los hay también veteranos como Miguel Ángel de 46 años, desde 1996 en el mundo del socorrismo. Es patrón de embarcación y socorrista, también ha trabajado de monitor de esquí, en la coordinación de actividades deportivas y como vigilante de seguridad. Explica que "es muy importante la coordinación a la hora de realizar un salvamento y conocer muy bien las playas y la gente. Pero sí, todo va un poco ajustado".

Organizando la cola para las entrevistas celebradas este jueves estaban dos coordinadores de la empresa Aunar. Era su primera vez en las playas santanderinas. Los presentes les explicaban que "La Magdalena es un plato. El Sardinero es otra cosa". Uno de los coordinadores ya había oído hablar de que "la Primera y la Segunda son más complicadas".

En la cola juvenil para entregar currículum, los más atrevidos aseguraban que "es la primera vez que pasa una cosa de estas, es una descoordinación absoluta. Ni siquiera sabemos el material que los socorristas van a tener, ni la equipación, ni nada de nada. Ni se sabe quiénes serán los médicos responsables del servicio...". Ninguno de los críticos quiso dar su nombre.

Los aspirantes se enteraron de que se realizaría la selección a través de la Federación Cántabra de Socorrismo. Entre ellos, Kevin Ruigómez, de 21 años, socorrista acuático y titulado en primeros auxilios por la federación cántabra. También será su primer verano dedicado al socorrismo. Está preparando oposiciones para bombero y "aprovecho el verano para trabajar". Juan Lombardo, también de 21 años, es otro aspirante. Pero tiene experiencia. Ha trabajado ya dos años en las playa de la Virgen del Mar, con el título de socorrista obtenido en la federación. Estudia actividades físicas y su futuro profesional se decantará por este mundo. "Mis dos años en el salvamento de playas han sido muy interesantes", explica.

Torres y balizamiento

Otra aspirante es Angélica Martínez, de 20 años. El año pasado estuvo de socorrista en la playa Bikini. Tiene titulación en salvamento acuático y primeros auxilios, obtenida en la Cruz Roja. Es estudiante de Técnico Superior de Radioterapia y Dosimetría en la clínica Mompía y hace prácticas en Valdecilla. "Quiero ser socorrista en verano porque es mi afición y, claro está, por el dinero. El año pasado fue una buena experiencia, sin problemas, tuvimos un buen equipo".

En la cola de aspirantes se habla con extrañeza de que este año no haya sido el servicio para Cruz Roja, después de veinte años de experiencia en Santander. "Ya estaban hechas las listas de los socorristas y los turnos, la bolsa de empleo elaborada, la ropa comprada y muchos habían pasado ya el reconocimiento médico para incorporarse este fin de semana. Por 12.000 euros han perdido el contrato para este verano. Pues habrá que ver en qué ahorra esta empresa", dice uno de los aspirantes. Otro recuerda que en "otros años, a estas alturas, ya estaba el balizamiento colocado y las torres de vigilancia en la arena".