El Ayuntamiento de Santander replica que el área de autocaravanas de Mataleñas es legal
El equipo de gobierno del PP advierte de la «irresponsabilidad» que supondría no acometer el proyecto, ya que se perderían los 800.000 euros de Europa
El martes, tras la asamblea general de la Asociación de Vecinos de Cueto, quedó clara la postura de los asistentes respecto a la futura ... área de autocaravanas que el Ayuntamiento de Santander prevé acometer frente al campo de golf de Mataleñas. No quieren que el proyecto siga adelante –a pesar de que ya se ha licitado por 1,3 millones de euros– y tampoco quieren quedarse con los brazos cruzados mientras la tramitación sigue dando pasos. De hecho, en el encuentro acordaron pedir al equipo de gobierno del PP el informe del plan ya que, dicen, es «ilegal». También votaron a favor de celebrar movilizaciones para «que se nos escuche» e incluso emprender acciones legales. Y la postura del Ayuntamiento es la misma que la de finales de mayo, cuando los vecinos hicieron su primera crítica pública: defienden el plan y su tramitación, por lo que partir de 2026, habrá una zona controlada y de pago para treinta vehículos de este tipo.
La respuesta del Consistorio a los vecinos va más allá y advierten de que sería «irresponsable» no acometer una actuación que «redundará en beneficio de vecinos y visitantes», y cuya renuncia conllevaría la pérdida de los fondos europeos obtenidos a través del Plan de Sostenibilidad del Litoral –son 800.000 euros de ayuda–. Otro de los aspectos que quiere destacar el equipo de gobierno es que se trata de un proyecto «evaluado y validado por el Gobierno central y por Europa, bajo unos criterios muy estrictos de ejecución y financiación, y las obras que afectan a la construcción del área de autocaravanas no precisan autorización ni comprobación de impacto ambiental, tal y como consta en el expediente administrativo», matizan.
Con este argumento responden a las acusaciones tanto de los vecinos, que dicen que el proyecto es «ilegal», y del portavoz de Izquierda Unida, Keruin P. Martínez, que criticó que la actuación no incluye un estudio de impacto ambiental. «Un documento ambiental serio podría haber abordado si existe alguna alternativa menos invasiva, cómo afectará el incremento de vehículos a la zona, o habría explorado medidas eficaces para proteger su carácter natural», explicó Martínez.
Y aunque el edil reconoce que los pliegos de la licitación no requieren este documento, considera que «la administración local tiene la responsabilidad de ir más allá del mínimo legal cuando se trata de espacios sensibles y de fuerte valor social, especialmente en uno de especial valor natural y paisajístico para la ciudad», añadió.
Resumen del proyecto
Para justificar su posición, el Ayuntamiento hace un resumen de los pasos que se han ido dando con este proyecto, que está incluido dentro del Plan de Sostenibilidad Turística de Santander, dotado con cuatro millones de euros procedentes de fondos europeos. Explican que se concretó a través de un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y el anterior Gobierno de Cantabria (PRC-PSOE) y que «contó con el consenso de las diferentes administraciones y grupos políticos».
Este plan contempla el desarrollo de 46 actuaciones, planificadas y pautadas, entre las que se encuentra la denominada 'Naturalización de aparcamientos', cuyo objetivo es «mejorar, naturalizar e integrar paisajísticamente zonas que ya sean aparcamientos, mejorando su pavimento por uno permeable, y asegurando servicios como mejora de espacio, accesibilidad, drenaje y saneamiento». Por eso, no se puede hacer el área en la zona que ocupó durante años el camping Bellavista, como proponen los vecinos.
Las claves
Defensa de la tramitación
El plan «no precisa de autorización ni comprobación de impacto ambiental»
Para acercar posturas
El Ayuntamiento «está abierto al diálogo» con los vecinos sobre asuntos que conciernen a los barrios
Así, la actuación de Mataleñas «permitirá mejorar la actual zona de aparcamiento de la que disponen los vecinos, así como el acondicionamiento del paso natural que existe hacia la costa». En lo que respecta al área de autocaravanas, se trata de un espacio restringido a 30 plazas y bajo la modalidad de pago, «con el fin de que esté sometido a una gestión profesional y absolutamente controlada».
Por estos motivos, el Ayuntamiento no comparte el rechazo a esta actuación ni entiende la oposición al turismo de autocaravanas, ya que, creen, «se va a ordenar y mejorar lo que en la actualidad es un espacio de tránsito no reglado y que presenta deficiencias». Pese a que su postura es clara, el equipo de gobierno, «como es habitual en su gestión al frente del Ayuntamiento, siempre está abierto al diálogo con los vecinos sobre las actuaciones y asuntos que conciernen a la ciudad y a sus barrios».
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