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«Muy despacio entras. Eso es que te ha traído el autobús». La broma entre dos vecinas justo antes de iniciar la reunión es un buen ejemplo para entender cuál es el clima social por el barrio. Justo una semana después del encuentro en ... Peñacastillo, los vecinos de Cueto también celebraron una asamblea para hablar del MetroTUS. Como allí, el local en el que se juntaron se quedó pequeño (muy pequeño para el centenar largo de asistentes, con muchos tratando de escuchar más allá de la puerta). Y, también como allí, la cita sirvió para mostrar, sobre todo, un profundo malestar con los cambios puestos en marcha. Tanto, que una de las intervenciones más aplaudidas pidió que «vuelvan a poner todo como estaba».
Y en eso se quedó. Exactamente igual que en Peñacastillo. Pero fueron un paso más adelante. Porque en Cueto decidieron no asistir a la reunión convocada en la Escuela de Caminos el martes para un número limitado de asistentes. «Vamos todos o no se va». Y hablaron de manifestaciones y de posibles paros si no se les responde.
Tras una larga lista de críticas y casos personales de molestias, la asamblea decidió registrar el lunes un escrito en el Ayuntamiento dirigido a Gema Igual con sus peticiones. Dejar el autobús como estaba antes, mejorar las frecuencias, evitar los transbordos... En ese texto comunicarán que no van a acudir a la cita con los concejales y los técnicos de la Universidad puesto que las decisiones que pretendían comunicarles ya estarán en el documento.
Entienden, además, que son los políticos los que deben acudir a un encuentro abierto con todas las asociaciones de vecinos (con las que en Cueto quieren ponerse en contacto) y que ellos nada tienen que hablar con los técnicos. En este sentido, le pedirán a la alcaldesa una respuesta que esperan para antes del 2 de marzo, fecha en la que volverán a celebrar una asamblea como la de ayer en el barrio. «Y, si no llega, decidiremos qué medidas tomar». Porque en el local de la asociación de vecinos se habló de convocar una manifestación, de paros de una hora en toda la ciudad o de concentraciones puntuales de vecinos en los intercambiadores.
VIOLETA SANTIAGO
El Consejo de Estudiantes de la Universidad de Cantabria, CEUC, el órgano que representa al colectivo de estudiantes, también está en pie de guerra contra el MetroTUS. Según aseguró ayer su presidente, David Ruiz de Santayana, otro de los grandes colectivos de Santander afectado por el cambio de rutas de los autobuses es el de los universitarios, que no se quedarán de brazos cruzados.
Hasta el momento, el Consejo está manteniendo reuniones con asociaciones vecinales, la mesa de movilidad, sindicatos y grupos de la oposición. El objetivo es doble: unirles en una movilización conjunta y plantear una propuesta de remodelación del nuevo sistema. Ruiz de Santayana cuestionó la actitud «arrogante» del Ayuntamiento, «que culpa a los usuarios» y afirma que no dará marcha atrás. «A nosotros, ni nos han atendido».
A sus ojos, para el proyecto «no se ha pensado en toda la gente que vive en los barrios y se desplaza para estudiar o trabajar». Según aseguró, todos los universitarios que residen en el centro de la ciudad están negativamente afectados. «No hay más que ver los autobuses articulados, van vacíos y las líneas 1 y 2, llenas».
Todo, después de escuchar frases como «han hecho una chapuza porque no hacía falta poner el sistema patas arriba» o preguntarse «¿en quién han pensado para hacer esto?». «No somos números y nos tratan como números para ganar dos minutos que además no se ganan». Fue una riada de críticas, intervención tras intervención. «No pedimos mejoras, pero que nos dejen como estábamos», reclamaba una mujer. «Todos los que cogemos el primer autobús de la mañana llegamos tarde a trabajar», contaba otra. Y se expusieron muchas situaciones particulares. «Antes tardaba 35 minutos y ahora una hora», «tengo que coger tres autobuses para poder llegar a mi trabajo», «mi hermano es una persona con discapacidad y no puede», «las líneas 1 y 2 van una detrás de otra todos los días»...
El presidente de la asociación, Santiago Sierra, comunicó que habían recibido la respuesta a las veinte cuestiones que plantearon tras un encuentro mantenido el 26 de diciembre. Falta de información, dudas del funcionamiento en la periferia, respuesta a las necesidades de una zona con varias residencias de personas mayores, dificultad para entender los recorridos... Ayer mismo les notificaron las contestaciones. Y no les gustaron. Fueron, de hecho, muy críticos con los argumentos que les expusieron desde la Universidad de Cantabria. «No pueden justificar su trabajo con una tapadera basada en una presunta participación» que siguieron poniendo en duda. Cuando Sierra trasladó la invitación para el encuentro del martes en Caminos restringido a «unas quince personas» pronto quedó claro que en Cueto no estaban por la labor de acudir.
Y todo en una jornada en la que el MetroTUS siguió siendo objeto de críticas por parte de la oposición. Ayer, en la reunión, estaba presente el concejal no adscrito Antonio Mantecón. Además, el portavoz del grupo regionalista, José María Fuentes-Pila, consideró «un insulto» que la alcaldesa «culpe a los vecinos de su propio fracaso» en el nuevo servicio. Desde el PRC exigieron a la regidora que «deje de buscar excusas» y que solucione «el perjuicio que está ocasionando ahora a miles de santanderinos».
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