Parte de Peña Herbosa se reabre al peatón y un tramo de Lope de Vega ya está asfaltado

Los vecinos están deseando que desaparezcan de su vista las máquinas, los cascotes, el depósito de material y los obreros, para que vuelva la tranquilidad. Quedan pocos remates que realizar; en Lope de Vega ya se ha asfaltado la práctica totalidad de la calle y quedan por retirar restos de obra, material almacenado y maquinaria. La calle se reabre al tráfico de coches en los próximos días, aunque las rampas mecánicas se instalarán más adelante. Ya ha quedado abierta al peatón la acera oeste, donde van las rampas, una vez que han sido sustituidas toda las baldosas. Queda por hacer la limpieza general que, tanto en Lope de Vega como en Peña Herbosa, incluirá la limpieza también de los alcorques que han quedado llenos de restos de cemento y materiales de obra. Algunos árboles han sido dañados por los obreros al colocar el material de la obra. Los vecinos confían en que no se echen a perder.

En Peña Herbosa se realiza desde hace dos días la limpieza general del adoquinado ya colocado, entre las calles Lope de Vega y Gándara. Los hosteleros están de enhorabuena. Ayer fue reabierto al tránsito peatonal y al uso como terrazas de bares este tramo de calle. Los vecinos confían en que no se convierta en un macrobotellón de adultos. En el siguiente tramo, entre Gándara y Casimiro Sainz queda poco para acabar el adoquinado. Hay varios días por delante para liquidar los remates. El tráfico rodado todavía no está permitido, sigue restringido hasta que terminen todas las obras.

En Peña Herbosa los residentes siguen a diario las evoluciones de los jóvenes obreros que colocan los nuevos adoquines de gratino. «Son unos artistas», dice un jubilado que se entretiene viendo como colocan las piezas de color rosa. «Se nota que son jóvenes, tienen fuerza para lanzarse las piezas de una esquina a otra», tercia otro veterano.

En cuanto a la calle Daoiz y Velarde continúan también a un ritmo importante las obras de mejora de las conducciones del gas. La compañía ha sido obligada por el Ayuntamiento al asfaltado total de la calle cosa que, en parte, ya ha realizado. También tienen que ser repuestos en su sitio los bolardos retirados y arregladas las aceras que han sido estropeadas por causa de las obras. Como explica Díaz, «tiene que quedar tal como estaba». Parte ha sido arreglado, pero de manera chapucera. Donde había adoquines que sujetaban bolardos, se ha echado cemento.

Los vecinos están atentos a la evolución de la obra para dar cuenta al Ayuntamiento de los destrozos en las aceras. Como señala una veterana de la calle «tiene que quedar todo como lo encontraron. Lo pagamos nosotros con nuestros impuestos y la compañía del gas debe dejarlo en perfecto estado». Espera la próxima presencia de la alcaldesa, Gema Igual, en el barrio para darle cuenta de todo lo que ha quedado mal.

Queda mucho por hacer en la segunda parte de las obras de mejora de movilidad entre el Paseo de Pereda y la finca de Jado. Las rampas mecánicas suben por Lope de Vega, la obra continua detrás de la iglesia de los Carmelitas, grupo Santa Teresa y Prado San Roque hasta llegar a la que fue finca de Salvador Jado, parque municipal desde los años ochenta del pasado siglo.

La obra de mejora de Lope de Vega, instalación de rampas y la subida hasta Jado supone un desembolso de 1,4 millones de euros y la renovación de Peña Herbosa, mejora del saneamiento e instalación de nuevo adoquinado tiene un precio de 394.000 euros. Ambas obras son de financiación municipal.