El camión despistado vuelve a perderse en un monte riojano

No es el camino más corto, pero por alguna razón, los GPS de esta compañía de transporte se empeñan en meter por la 'ruta riojana' a los chóferes rusos que llevan los cargamentos de fruta mediterránea con destino al norte de Europa. En esta ocasión, el camión cargado de mandarinas y naranjas, que había partido de Valencia se quedó atascado en el puente Canillas, en la aldea de Posadas, cerca de Ezcaray.

Ante lo insólito de que estos tráiler utilicen esta ruta para un servicio internacional de más de 3.000 kilómetros, la Guardia Civil inspeccionó el interior del vehículo sin encontrar más que un cargamento de 22 toneladas de cítricos con destino al país escandinavo.

El conductor explicó que tenía que pasar por Irún, probablemente para repostar en alguna gasolinera concreta. El caso es que volvió a recalar en Ezcaray, para quedarse atascado en un pequeño puente sito en el camino forestal que conduce a la Cruz de la Demanda. El camión tenía dos de sus ruedas en el aire, y a punto estuvo de caer al río. Tan complicada era su situación que los intentos de sacarle del lugar fueron totalmente infructuosos. Como la noche se echó encima los trabajos se aplazaron al día de hoy, cuando una grúa ha tenido que intervenir para socorrer al tráiler.

El suceso ha vuelto a llenar de asombro a los habitantes de la zona. El alcalde, Diego Bengoa, indicó que anoche hablaron con el conductor de lo que sucedió con el vehículo en noviembre, «pero el hombre no había oído nada de aquello», dijo. La Guardia Civil inspeccionó el contenido del camión, por si acaso. Tampoco eran las mismas naranjas.