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alicia del castillo
Miércoles, 24 de mayo 2017, 15:54
TedCas es una empresa cántabra nacida de un proyecto gestado por tres compañeros de facultad Gerardo Caballero, Enrique Muñoz y Jesús Pérez con el objetivo de convertir la tecnología en el mejor aliado de la medicina. Toda una revolución que hoy permite a cirujanos de ... todo el mundo acceder a la información digital de los quirófanos mediante gestos y comandos de voz sin necesidad de contacto, minimizando los riesgos de contraer una infección en el proceso de una intervención.
¿En qué momento llega este reconocimiento?
En un momento muy bueno y muy dulce a nivel profesional. A nivel personal me hace especial ilusión porque este año cambio de década y, a pesar de haber tenido muchos reconocimientos, aprecio especialmente que este sea en mi tierra. Empresarialmente el año pasado dimos un salto cualitativo bastante grande montando una oficina nueva en Inglaterra, incorporando talento con un ex de Jhonson&Jhonson, con más de quince años de experiencia en el sector, que ha apostado definitivamente por nosotros; incorporando nuevos socios a la empresa y con un escalado de producto tremendo, estando ya en más de nueve países. Por poner un ejemplo, hace una semana hemos vuelto de equipar 14 quirófanos en Marruecos.
¿Como surge el proyecto?
Yo dirigía otra empresa en Santander y se me ocurrió enseñar al doctor Víctor Javier Llorca, catedrático de la Universidad de Cantabria en Medicina Preventiva y Salud Pública, con quien tenía muy buena relación y que hoy es uno de nuestros socios, un poco lo que hacíamos, electrónica, sensórica... para ver si se podía aplicar en medicina. Teníamos una cámara Kinect que habíamos utilizado para retailing de tiendas, que no tenía pensado enseñarle, para mirar las ofertas a través de los escaparates sólo con gestos. Esto fue lo que realmente le llamó la atención y me dijo que donde tenía mucho sentido era en cirugía, para evitar el contacto y la manipulación de los equipos dentro de un quirófano. A partir de ahí empezó nuestra aventura. Precisamente fue en Valdecilla donde entré por primera vez en un quirófano. Fue en el año 2012 con el neurocirujano Vázquez. Absolutamente impactante.
¿Qué hay detrás de TedCas?
Mucho, muchísimo trabajo y un increíble equipo. Yo soy el que pone la cara, para lo bueno y pra lo malo, pero somos un equipo tremendo sin el que no podríamos llegar a nada. Las personas son la mitad de cualquier proyecto, de hecho, la mayor parte de las start-ups mueren por problemas en el equipo, antes, incluso de tocar mercado. Ese esfuerzo, ese equipo y una capacidad de adaptación tremenda, venga lo que venga, es parte de nuestro éxito.
¿Que papel ha jugado Wayra en su proyecto?
Wayra nos ha ayudado muchísimo aunque ha tenido sus detractores porque decían que las primeras empresas del programa de aceleración no habíamos despegado... Sí es verdad que la mayoría de las que entraron con nosotros en el primer programa, seríamos unas diez, han muerto. A nosotros nos ha costado despegar, pero también es cierto que somos tecnología médica. No se puede comparar una aplicación para vender productos de segunda mano con un sistema como el nuestro que tiene que pasar certificaciones, etc. Y es así en casi cualquier proyecto o producto del entorno médico. Es inexacto comparar a todas las empresas que entramos en Wayra en igualdad de condiciones. Independientemente de todo eso, no puedes tener un proyecto definitivo y vendible hasta que no has pasado un periodo largo de desarrollo hardwarwe, software, certificación... El ámbito médico es así. A pesar de las luces y las sombras la experiencia y el aprendizaje han sido vitales y TedCas no sería lo que es ahora sin haber pasado por el programa Wayra y sin haber conocido a Gonzalo Martín Villa, Aitor Goyenechea, José María Álvarez Pallete. Tenemos mucho que agradecerles porque sin ellos no habría estos equipos en quirófanos de todo el mundo. Las personas que dirigían Wayra en aquel momento eran gente sin experiencia, igual que nosotros, y eso es lo que nos gustó, que a pesar de empezar en el mundo del emprendedurismo al tiempo, teníamos la misma capacidad de adaptación. Aprendíamos de ellos y ellos de nosotros.
¿Recomendaría su experiencia con Wayra?
Muchas start-ups me han preguntado si harían bien en entrar en el programa. Yo siempre digo lo mismo, que me cuenten en qué estado están y qué es lo que quieren. Entonces les digo si se lo recomiendo o no. No voy a recomendar Wayra a todo el mundo ni voy a decir que fue una mala experiencia.
¿Qué productos ha lanzado al mercado TedCas?
Tenemos un producto principal, TecCube, que es el originario y el que estamos vendiendo más, aunque ha pivotado desde lo que en un principio sólo era un software hasta lo que es hoy, mucho más complejo y con una patente. Lo que permite es controlar el equipo médico de cualquier fabricante como Siemens, Medtronic..., a través de voz y gestos. Donde antes se controlaba todo con un ratón o una pantalla táctil, en un entorno totalmente esterilizado, ahora se habla con el equipo, igual que hacemos con Siri, Cortana o Google Assistant. Con el software se puede hacer absolutamente de todo y extrapolar a otros servicios. Hasta hacer una checklist para reducir los fallos humanos, porque la seguridad del paciente es la clave. Es totalmente ajustable a cualquier sistema y el cirujano puede, mediante notas de voz, dar todas las órdenes que considere como toma de imágenes, grabación, etc... para luego mostrarlo en los casos clínicos.
¿Cual es la función de una startup?
Mantener el equipo alineado y saber gestionar pero para mí hay dos perfiles fundamentales en una start-up. Uno es el visionario, el que ve la estrategia a largo plazo, el que tiene una idea muy clara de hacia donde va la empresa de aquí a tres años, y luego tiene que haber un perfil del corto plazo, que le pare los pies, porque es un soñador, no está pendiente de las cuentas... Porque si las mirara continuamente no estaría pensando en lo que va a pasar dentro de esos tres años. También hace falta ese otro perfil que ponga los pies en la tierra y sea lo que llamamos un CEO, con visión de futuro y gestión de equipo. Precisamente yo tengo esa función dentro de la empresa y tengo muy claro hacia donde queremos ir y que el equipo esté siempre integrado. Gran parte de mi trabajo es que estemos alineados, tanto en los buenos como en los malos momentos, porque cuando todo va bien y hay sueldo es muy fácil. Hay que dar ejemplo y aprender a gestionar los egos es muy complicado. Tengo la gran suerte de trabajar con gente que además de ser buenos profesionales, son grandes amigos y gente muy responsable, por lo tanto no todo es mérito mío.
¿Quienes forman parte de la familia TedCas?
Por el momento somos seis y de aquí a final de año incorporaremos a otras dos personas más, aunque tampoco necesitamos una plantilla excesivamente grande porque toda la venta, la estrategia de nuestro modelo de negocio, se hace a través de distribuidor y de empresa. No es necesario un canal propio. Necesitamos tener la parte de ingeniería muy robusta y muy eficiente. Está Gerardo Caballero, La Rioja. Con una personalidad inalterable, capaz de mantener la cabeza fría en cualquier situación. Solemos viajar juntos porque él es muy bueno dando las explicaciones técnicas y yo en la parte comercial, aunque soy técnico también. Enrique Muñoz, Cantabria. Es el benjamín de la empresa y el primer alumno que tuve cuando empecé a dar clase en la Universidad de Cantabria. Pragmático, capaz de mirar las cuentas, organizarlo todo y ver ese corto plazo del que hablábamos antes. Mark Ressel, Inglaterra. Aunque fue ingeniero en su tiempo, en los últimos 15 años ha trabajado en marketing para Johnson&Johnson en equipamiento quirúrgico y le hemos fichado para dirigir la nueva etapa de la emp resa porque cubre muy bien la parte donde no tenemos un background fuerte. Marta Díez, Cantabria. Ha sido fichaje del último año, hizo industriales y con 30 años es la segunda más joven de la empresa. Ella es la responsable de todo el trabajo con Volkswagen y con otras empresas grandes de la parte industrial. También es la artífice del cheklist de la parte médica pero no trabaja en el producto principal de TedCas. Sara Estarriaga, Navarra. Es la persona responsable de la oficina que tenemos en Pamplona.
¿Y su papel, cuál es en estos momentos?
Yo he pasado a dirigir la parte del equipo local y de estrategia para establecer contacto con grandes empresas y la parte de investigación paralela en otras líneas de negocio fuera del ámbito médico. El año pasado ya empezamos a meternos en el ámbito industrial con clientes como Volkswagen. Algunos de nuestros productos que venían del ámbito médico están empezando a entrar en industria.
¿Son las start-ups una buena oportunidad para los jóvenes?
Me gusta dar oportunidades a la gente recién titulada, a mis alumnos, como el caso de Quique o Marta... porque a míi me la dieron en su momento. Me gusta que trabajen, que tengan su primera experiencia e incluso que se queden. El hecho de generar puestos de trabajo me reconforta mucho. Ya no sólo es el producto que pueda ayudar a un cirujano, es poner un pequeño granito de arena.
¿Qué handicaps se encuentran hoy en día los emprendedores?
En España el mayor handicap es la educación a nivel de emprendedurismo. No porque la gente no esté bien formada técnicamente. Tenemos muy buenos profesionales en todos los ámbitos, valoradísimos en todo el mundo, pero no hay una educación enfocada hacia el emprendimiento. En parte porque hablamos de algo que es relativamente novedoso en nuestro país y quienes imparten cursos de emprendimiento, generalmente no han emprendido nunca, no han vivido esa experiencia, ese mar de lágrimas, con lo bueno y con lo malo. Soy partidario de que en las universidades se impartan posgrados de emprendimieno, de uno o dos años, para aprender desde lo más básico que es saber hablar en público hasta saber vender nuestras ideas. La capacidad de marketing que tiene Estados Unidos no la tenemos en España. Conocimientos tan básicos sobre como hablar en público o interpretar el lenguaje corporal de la persona que tienes enfrente, hasta testar el propio mercado. Alguien nos tiene que enseñar a canalizar todas esas actitudes hacia el emprendimiento.
¿Han presentado su producto en el nuevo Hospital Valdecilla?
Hemos retomado la conversación con Ignacio del Moral, director del Hospital Virtual, que creyó siempre en nuestro proyecto, y tenemos pendiente cerrar una fecha para mostrar el producto a varios servicios. Ahora es el momento de que Valdecilla aproveche la mejor tecnología made in Cantabria. Seguramente será a finales de este mes de mayo. Casualidades de la vida o quizá por aquello de que nadie es profeta en su tierra, España ha sido uno de los últimos países en incorporar nuestros equipos pero sobre todo por tema tecnológico. Los más avanzados o más desarrollados tecnológicamente han sido los primeros. El primer hospital fue en Italia, después Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, Austria..., países con un nivel de digitalización muy alto.
¿Qué les diferencia de la competencia?
Hoy en día estamos bien diferenciados. La competencia está haciendo lo que nosotros empezamos a hacer hace cinco años. Control gestual o de voz de un software con un paquete cerrado, que es la solución fácil. Nosotros hemos hecho un sistema intermediario entre todos los sistemas de control gestual y de voz y cualquier equipo médico. La clave es plug and play, es decir, no instalas nada y controlas cualquier equipo. La competencia, hoy, no puede controlar cualquier equipo, sólo los suyos. Somos la única empresa del mundo capaz de llegar a un quirófano y controlarlo.
¿Qué factores han influido en la fórmula de vuestro éxito?
Muchos... Pero al final es el azar, la suerte, porque si hubiera una fórmula real, todo el mundo la copiaría, todo el mundo tendría éxito y no funciona así... Intentar ser un ejército de una sola persona no funciona y tener un buen equipo que te de soporte es fundamental. No hay que buscar gente que sea igual que tú, hay que buscar gente que nos complemente o incluso que sea mejor que nosotros. Dicen que si eres el más inteligente de la habitación no estás en la habitación adecuada, y es tal cual. No perder el foco es importantísimo y aunque parezca una tontería, pasa a menudo. Una start-up tiene que ser así y hay que tener una importante capacidad de adaptación. Yo tengo claro que quiero seguir innovando, trabajando, aprendiendo... Si este proyecto se acaba me meteré en otro y así... Donde no me verá nadie, por lo menos en los próximos años, es en un proyecto aburrido, monótono, donde no aprenda nada.
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