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Ana Rosa García
Martes, 23 de mayo 2017, 12:17
"Las dificultades que puedan surgir durante la lactancia no se resuelven dando ánimos a las madres, sino buscando la causa y aportando soluciones de forma eficaz, como haríamos con cualquier otro problema de salud", defiende Belén Martínez-Herrera, pediatra de Atención Primaria del Servicio Cántabro de Salud (centro de Cazoña) y Consultora Certificada en Lactancia Materna (IBCLC). Ella es una de las autoras de la primera guía de práctica clínica para profesionales que el Ministerio de Sanidad acaba de editar en España. "Es el resultado de tres años de trabajo, en los que un grupo de expertos (matronas, obstetras, pediatras y enfermeras), del que forma parte también la ginecóloga Charo Quintana, hemos realizado una revisión exhaustiva de lo publicado en el mundo y con toda esa evidencia científica hemos elaborado una serie de recomendaciones que sirven de referencia para tratar los problemas de la lactancia", explica. Una publicación que se enmarca dentro del convenio de colaboración suscrito por el Instituto de Salud Carlos III y el Departamento de Salud del Gobierno Vasco.
1
Amamantar no es doloroso. Si duele o aparecen grietas, consultar cuanto antes con un profesional.
2
El contacto piel con piel inmediato e ininterrumpido con el bebé tras el nacimiento favorece la lactancia materna.
3
Las tomas no tienen por qué ser cada tres horas. Lo importante es que el recién nacido haga al menos ocho tomas al día.
4
La succión no nutritiva es una necesidad para el bebé, le calma y le ayuda a dormir. El chupete puede ser una alternativa si se usa con sentido común.
5
Existen medidas para aumentar la producción de leche (procurar descansar, hacer tomas más frecuentes, estimular y vaciar el pecho con sacaleches) antes de recurrir al biberón.
A la par, se ha aprovechado esta investigación para editar una guía resumen "dirigida a las madres que amamantan y a sus familias", que ya se ha distribuido por centros de salud y hospitales de todo el país. Como experta en la materia, Martínez-Herrera sostiene que "el apoyo emocional es fundamental en la lactancia, conseguir que la madre se sienta capaz". Por eso, destaca que en la formación de los profesionales especializados en este campo "la mitad son conocimientos técnicos, y la otra mitad, habilidades de comunicación. La forma en la que se le habla a una madre es clave; si encima del esfuerzo que está haciendo dando el pecho a su bebé, la transmitimos que lo está haciendo mal, puede acabar tirando la toalla. Por eso, es mejor decir que a su hijo le va a resultar más fácil coger el pecho de esta manera, que afirmar que le tiene mal colocado". No obstante, Martínez-Herrera admite que "cuando estás con prisa es más difícil trabajar todas esas habilidades. Siempre digo que mis grandes maestras han sido las madres, observando sus reacciones se aprende". De ahí que el objetivo de esta guía sea dar herramientas a los profesionales para aportar a las mujeres las respuestas que necesitan. "Aún queda mucho por hacer. Es verdad que en la actualidad más del 80% de las madres deciden que quiere amamantar a sus hijos, tienen información y conocen de sobra sus beneficios, pero cuando se presenta alguna dificultad no encuentran el apoyo que necesitan (emocional, laboral...) y, por lo general, si surgen problemas de salud, como las grietas o la escasa producción de leche, la respuesta que reciben es ponte pezoneras o dale biberón. Y eso lleva al abandono de la lactancia", advierte.
Para evitarlo, la pediatra insiste en que "el dolor al dar el pecho es el primer síntoma de que existe un problema que hay que resolver. La pezonera es como una muleta, puede estar bien como ayuda hasta que se encuentra la solución y se puede andar sin ella, pero hay que buscar un diagnóstico de ese dolor, que puede estar en el bebé, en la madre o en el acoplamiento entre el pecho y la boca del lactante, y eso se consigue haciendo una buena historia clínica".
Lo mismo ocurre cuando se justifica el abandono "por falta de leche", la segunda causa más frecuente. "Casi siempre tiene su origen en un problema que viene desde el nacimiento. Probablemente la madre tuvo grietas al principio, y aunque deje de doler, las consecuencias de un pezón comprimido se mantienen; animar no soluciona el problema de lactancia, saber cuál es la causa y corregirla, sí", reitera.
"Informar, lo primero"
De lo contrario, "en el momento que se mete el suplemento de biberón se reduce la estimulación y eso lleva a un destete acelerado". Martínez-Herrera subraya que "el papel de los profesionales es informar a la población, que la madre sepa que no es lo mismo dar biberón que pecho. Una vez que tiene la información, la decisión es muy íntima, y la que tome será la mejor; hay que respetarla y apoyarla siempre".
La versión de la guía para madres se centra en cuestiones prácticas, "porque quien opta por la lactancia ya sabe que reduce la probabilidad de muerte súbita del bebé, que se ha demostrado que los niños amamantados a la edad de 7 años tienen más coeficiente intelectual que los que tomaron biberón, porque su cerebro se desarrolla de distinta forma; que en estos niños el TDAH es un 30% menos frecuente, etc". De hecho, "las estadísticas demuestran que el perfil de las madres que dan el pecho ha cambiado, son las mujeres con mayor nivel sociocultural y más información las que más amamantan, y durante más tiempo".
Menos impacto tiene la introducción del chupete. Y lo explica así:"Si la madre está agotada, poner puntualmente el chupete es mejor que acabar dando un biberón y abandonar la lactancia". No obstante, la pediatra recuerda que "el bebé tiene tres necesidades primarias: contacto físico (cuando le coges, se calma), alimentarse y succionar. El cuerpo de la madre cubre las tres. Pero si no está disponible, el chupete puede ser una ayuda si se utiliza con sentido común". Martínez-Herrera recuerda que uno de los objetivos del SCS para este año es comenzar a implantar en Valdecilla los diez pasos de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN), lanzada en 1991 por la OMS y Unicef.
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