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Nacho cavia
Viernes, 29 de agosto 2014, 21:38
Gladios, falcatas, pieles y corazas lucieron este viernes en el inicio de la Fiesta de Interés Turístico Nacional de las Guerras Cántabras, que arrancó con la concentración de más de un millar de personas ataviadas de época, romanos y cántabros de hace 2.000 años, todos preparados para disfrutar de los próximos diez días en Los Corrales de Buelna. El Circo Máximo, uno de los escenarios de la fiesta de recreación histórica que se alargará hasta el próximo 7 de septiembre, dio cabida a cientos de personas que aprovecharon las gradas y asientos habilitados para cerca de 3.000 personas y la gran pantalla que permite no perderse ni un detalle de los actos.
Ante ellos la Sacerdotisa Drusila y la Pitonisa Selenia fueron las encargadas de encender el Fuego Sagrado. Allí se dieron cita los personajes principales de las pequeñas obras de teatro que recrearán la historia, desde el Cesar a Corocotta, Agripa o Vadón, además de las citadas Drusila y Selenia, Antistio, las diosas Cantabria y Minerva o el druida Virón.
De ahí, personajes, festeros y visitantes se trasladaron al cercano campamento, con más detalles y más cuidado que nunca, inaugurado ya cayendo la noche. Y asistieron a la espectacular apertura de las puertas del Templo de Jano, estructura levantada a tamaño natural en ese campamento.
En la jornada del sábado destaca, desde las ocho de la tarde en el Circo Máximo, la llegada a Cantabria del emperador Octavio Augusto. Un emperador que verá como el líder cántabro, Corocotta, reclama la recompensa que se ha puesto a su cabeza. Escenificación que dará paso, sobre las once de la noche, al primer enfrentamiento bélico recreado por festeros corraliegos entre una unidad romana y un grupo cántabro defensor de su poblado. Entrenados durante todo el año, los legionarios tomarán al asalto un poblado cántabro, defendido por guerreros que nada podrán hacer ante el empuje romano. Unos morirán luchando, otros por el amargo y letal sabor del tejo.
Y para mejor sabor de boca, ayer quedó inaugurado un nuevo lugare de esparcimiento común, el Tabernáculum Aguecan, junto a la rotonda del general Agripa, entre las calles Galicia y Cantabria. Pero para su disfrute, ante habrá que cambiar euros por ases romanos, la moneda en vigor en la fiesta de Los Corrales de Buelna. Se podrán cambiar en la caseta de la organización, a la entrada del campamento, o en el mismo Tabernáculum.
Pero el sábado dará mucho más de sí. Se celebrará en el campamento el concurso de cocina cántabro romana y la tarde se iniciará con los juegos para los más jóvenes, Ludi Juvenal, sobre las cuatro y media y abierto a todos los jóvenes que quieran disfrutar del campamento histórico.
Y entrada la noche, los jóvenes y no tanto tendrán una gran fiesta musical organizada por la Guardia Pretoriana para todos los presentes, un momento para divertirse y relajarse después del esfuerzo de una jornada que cuidará con detalle la recreación histórica como acredita la Q de Calidad Turística de la fiesta de Los Corrales de Buelna.
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