"Ha sido un auténtico milagro que no haya pasado nada más"

«Ha sido un auténtico milagro que no haya pasado nada». Esa era la explicación más repetida ayer en el centro de Los Corrales de Buelna, tras el derrumbe de la fachada sur de las antiguas escuelas, en plena fase de rehabilitación para convertir ese viejo edificio en el futuro Ayuntamiento de la localidad. El milagro, como apuntaba la propia alcaldesa, Mercedes Toribio, ha sido que solo haya habido dos heridos leves entre los siete operarios que trabajaban a primera hora de la tarde en la obra, uno con rasguños en el brazo y otro con traumatismo en el cuello, que fue trasladado al Hospital de Sierrallana por el 061 para hacerle unas radiografías y confirmar la levedad de las lesiones.

Sobre las cinco de la tarde, la estructura metálica que había sustituido al viejo tejado de madera se vino abajo y hacia adentro, con toda la fachada sur del edificio, la cercha principal y los andamios. La suerte quiso que la mayoría de los obreros estuvieran trabajando en la fachada norte, pudiendo salir y retirarse a tiempo, antes de que «el cielo se nos vinera encima».

El derrumbe se pudo oír en buena parte del centro, incluso los edificios colindantes temblaron durante unos segundos, como confirmaron los vecinos, todos asomados a las ventanas para saber qué había pasado. Enseguida llegó la Policía Local, que acordonó la zona; los servicios de emergencia, que comprobaron la situación de los empleados; y los bomberos, que tras certificar que nada podían hacer en el lugar se retiraron. Allí quedaron decenas de curiosos, haciendo cábalas.

Enseguida llegaron el concejal de Servicios, Joaquín Espinosa, y el de Obras, Serviliano González, visiblemente afectados. Y la alcaldesa, Mercedes Toribio Ruiz, con una única preocupación: saber si había heridos. Al confirmar que solo se habían producido lesiones leves en dos de los trabajadores pronunció la frase más repetida de la tarde: «Ha sido un auténtico milagro».

La alcaldesa explicó que ahora habrá que esperar al informe técnico de la empresa para saber qué ha pasado y qué se hará con la obra de aquí en adelante. Pero incidió en que «los temas materiales se arreglan, pero los personales no y eso es lo importante, esperaremos el informe técnico de la empresa y entonces será hora de decidir sobre el futuro del edificio». Lo hacía «con el susto aún en el cuerpo», como ella misma reconocía.

Coincidía prácticamente en todo el concejal de Obras, Serviliano González. «Dentro de lo malo no ha pasado nada, siete trabajadores y solo dos heridos leves es más que suerte», dijo. Explicó que «han podido salir rápidamente, porque según algunos nos contaban, se les caía el cielo encima». Dijo que «ahora es el momento de los técnicos, no de los políticos, porque ni siquiera está claro el motivo del derrumbe».

Serviliano González incidió en que la Guardia Civil ya ha abierto las primeras diligencias sobre el estado del edificio y sus medidas de seguridad y anunció que las obras estarán paradas hasta que se emita un informe completo. Estaba enfadado con algunas declaraciones: «No es el día para decir que ya lo sabía yo, es muy triste aprovechar estas desgracias para sacar pecho».