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José Ramón Sánchez Montes
Jueves, 30 de julio 2015, 17:43
Hoy la ruta desde Pilsen a Strakonice ha sido de 87 kilómetros lo que nos ha permitido ir admirando el paisaje tranquilamente. El perfil ha sido bastante exigente para afrontarle con 40 kg. entre las piernas, altitud máx. 675 m., mínima 310 m, total ascensión 975 m. y descenso 873 m.
Ha habido tres partes, desde Pilsen a Nepomuk la carretera ha estado saturada de camiones y muchos vehículos que pasaban a mil por hora en una calzada sin arcenes, además ha habido muchas cuestas rectas, con desniveles del 8 al 10% que nos ha hecho sudar la gota gorda. Luego desde Nepomuk a Horasovice hemos ido por carreteras de pueblo, sin apenas vehículos con asfalto rugoso pero sin demasiadas cuestas, y finalmente hasta Strakonice la ruta ha discurrido por la carretera general, más llana y con un arcén de protección.
la ruta
Hemos pasado por la ciudad de Nepomuk, a unos 30 kilómetros de Pilsen. En esta ciudad se construyó un monasterio cisterciense allá por el 1144. Inicialmente se llamaba Pomuk y cuando en 1384 se unió con su vecina Presanice se convirtió en Nepomuk. Un ilustre de esta ciudad es San Juan de Nepomuceno que nació sobre 1340. Este santo es el patrón de Bohemia y también de la infantería de marina española. El caso es que por diferencias con el Rey de Bohemia, Wenceslao de Luxemburgo, fue arrojado al río Moldava desde el Puente de Carlos en Praga. Se creyó que fue martirizado por guardar el secreto de confesión de la reina consorte pero en 1961 el Vaticano declaró infundada tal creencia. Lo que pasó realmente lo tenéis en la wikipedia. Por cierto, para los que hayáis estado en Praga paseando por el Puente de Carlos habréis visto unas figuras que están muy brillantes porque todo el mundo las toca. Pues bien, la persona que está siendo arrojada al río es Juan Nepomuceno.
Hemos entrado en el Kraj (división territorial) de Bohemia del Sur. Un paisaje de bosques y estanques con unos impresionantes castillos en una naturaleza exuberante con predominio de zonas agrícolas frente a unos pocos puntos urbanos. A destacar los monumentos históricos declarados por la UNESCO patrimonio de la humanidad que día a día iremos visitando en esta región.
Por la zona abundan los tremedales que son terrenos pantanosos, abundantes en turba, cubiertos de hierba o césped, y que por lo escaso de su consistencia retiembla cuando se anda sobre él. La tierra no es muy fértil precisamente. Resulta especialmente interesante ver la etimología y el desarrollo de la palabra Bohemio, quizá muchos de nosotros daríamos el perfil.
Finalmente llegamos a Strakonice, pequeña ciudad administrada por los Caballeros de Malta hasta el fin de la Primera Guerra Mundial con el desmoronamiento del imperio Austro Húngaro.
La ciudad posee un castillo conocido como El inexpugnable castillo de Rábí. De un color blanco brillante, se alza de forma romántica en un pintoresco paisaje sobre el río Otava. Anteriormente el castillo protegía el camino comercial entre las ciudades Su¨ice y Hora¸ovice y los ricos lugares de lavado de oro en el río Otava. Hoy es, con sus casi tres kilómetros de murallas y paredes, el recinto amurallado más extenso que existe en Chequia.
Ayer dormimos muy bien en el albergue de Pisen, lástima el lavabo en el que no nos cabían ni las manos.
No eran las 8 de la mañana cuando salíamos del albergue. Nos sorprendió que estuviera abierto el Lidl, así que aprovechamos para desayunar en su aparcamiento, además de comprar para la comida y la cena. Gracias a la bandera que lleva Tomás, un paisano nos saludó en español y nos recordó todo lo que él conocía de España, incluido Cantabria. Se ausentó y al momento volvió a aparecer con varios mapas para recomendarnos todo lo que podíamos ver en Chequia. Le dimos las gracias y luego tomamos la carretera siguiendo varios carriles bici hasta las afueras.
En Nepomuk compramos unos merunky, albaricoques muy sabrosos a la vez que tomamos fotos de una placa y de la iglesia dedicada a Juan Nepomuceno.
Os adjuntamos una secuencia de fotos tomados en un lago en el que venían los padres y los polluelos de cisne, les esperé en la orilla hasta que el cisne dominante me expulsó de allí abriendo las alas y estirando el cuello, no me moví, hasta que trató de picarme. Son bonitos hasta que se ponen agresivos.
Ya llevamos unos días sin parar de beber cerveza. Ayer nos costó medio litro de cerveza y una cocacola también de medio litro 44 koronas, es decir, no llegó a 2 euros. La vida no está muy cara por aquí. Nos explicaron que el sueldo medio podría estar en unos 600-700 euros y que el paro no pasa de un 7 %.
Llegamos al camping Otava de Strakonice. Hemos alquilado una cabaña muy minúscula por 11 euros cada uno. El camping da pena, hay que meter 50 koronas para ducharte, pero todo está muy sucio y descuidado. Al terminar de cenar, hemos ido los dos a fregar y a cepillarnos los dientes y habían cerrado las duchas y los lavabos de caballeros por avería de las duchas, así que hemos ido a hacer nuestras tareas al baño de las señoras, que nos han echado como los cisnes del lago.
No obstante hay marcha en el camping. Han venido chicos y chicas jóvenes, han montado una disco bajo una carpa y aquí estamos escuchando chunta chunta toda la tarde. Veremos cuando lo dejan. También hay una concentración de motos con remolque. Veréis las fotos y os harán gracia.
Nos ha llovido un poco durante el trayecto y una vez llegado al camping hubo una buena tormenta pero ha pasado aunque llueve intermitentemente.
Veremos a ver como dormimos hoy. Desplegaremos nuestros sacos y almohadas inflables pues las camas están sin vestir.
Bueno, pues por hoy vale. Mañana esperamos que haya más que contar.
Saludos
Jose y Tomás
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